Austria da sus primeros pasos en el camino hacia la normalidad en su lucha contra el coronavirus. Las tiendas de menos de 400 metros cuadrados de superficie y todos los comercios dedicados a bricolaje y jardinería han vuelto a abrir sus puertas al público en el país centroeuropeo. Los ciudadanos pueden, de nuevo, comprar in situ los productos que necesiten pero tienen que respetar las correspondientes normas de seguridad establecidas por el Gobierno austríaco.
El uso de la mascarilla es obligatorio para acceder al establecimiento. Además, en tiendas de bricolaje y supermecados, los clientes tienen que respetar una distancia mínima de un metro de separación. Quienes no respeten las medidas pueden ser objeto de cuantiosas multas.
"La afluencia de clientes es elevada. Por la mañana, hay colas de personas que aguardan a que la tienda abra sus puertas. A través de nuestro servicio de venta en internet, hemos comprobado una amplia demanda de artículos", afirma Walter Ressl, gerente de una tienda de bricolaje en Eisenstadt.
Al parecer, el confinamiento, ha despertado en algunas personas la pasión por la jardinería y por el bricolaje.
"A la gente le gusta la primavera, quiere sol, jardines, plantas...", declara una ciudadana.
"Buscamos material para remodelar una casa. Tenemos que asegurarnos de estar ocupados y de que no nos aburriremos durante un tiempo", señala este otro.
El Gobierno de Sebastian Kurz avanza hacia la 'normalidad', bajo el lema: "Tanta libertad como sea posible, tantas restricciones como sean necesarias". Kurz ha agradecido la "disciplina" y "firmeza" de los ciudadanos en el cumplimiento de las medidas de aislamiento y restricción de movimientos, establecidas. Pero avisa de que, si las cifras evolucionan en la dirección equivocada, Austria echará 'el freno de emergencia'.
Comments