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LA PÁTINA DEL TIEMPO. Recordando a EDITH PIAF, a 50 años de su muerte




La vie en rose - Edith Piaf






La reconocida cantante, e icono de la música gala, llego a actuar en lo alto de la torre Eiffel y consiguió un gran reconocimiento en los cabarets y "music halls" de París.

"Todo el mundo conoce a Edith Piaf, incluso aquellos que no hablan francés. Ella es un monumento", explica Christine, fan de la cantante.

"Cuando descubrí a Edith Piaf, me enamoré de la persona. He leído muchos libros, he gastado mucho dinero comprando su música, para aprender y para saber más de ella", comenta Luke, uno de sus fans.

Murió en 1963 con tan solo 47 años dejando tras de sí una agitada vida personal de alcohol y drogas. A su funeral asistieron 40.000 personas.



Édith : Una voz

« Cantar es mi vida». De esta forma Édith Piaf, la cantante francesa más importante del siglo XX, definía lo que representaba la música para ella. En la tradición de las cantantes realistas, la « Môme Piaf », así llamada en sus inicios, logró sacar de su difícil historia personal una energía increíble. Atormentada y marcada a fuego, nacida en la calle, empieza a cantar muy joven. Su voz la llevará a la cima de la notoriedad, reflejando sus emociones: Édith encarna sus canciones y los espectadores entran en éxtasis ante esa mujer, pequeña y frágil pero tan fuerte cuando está en el escenario. Dio todo de sí, se entregó a la canción y a su público hasta perder su voz inestimable. Una voz que, según su amigo Jean Cocteau, cantó las « grandes lamentaciones de la noche ». Pero antes que abandonar el canto, prefería morir.

Esta voz extraordinaria permite a la joven Édith volar con sus propias alas muy temprano. En los primeros tiempos, canta con su amiga Momone en las calles de Pigalle y Montmartre.

Louis Leplée, director del cabaret Gerny’s ubicado en la avenida de los Campos Elíseos, la descubre en 1935.


« Ça lui rentre dans la peau / Par le bas, par le haut / Elle a envie de chanter / C'est physique
Tout son être est tendu / Son souffle est suspendu / C'est une vraie tordue de la musique ». Canción L'Accordéoniste, 1940


Cuando Édith Piaf interpretal'Accordéoniste, canción escrita y compuesta por Pierre Elmer, canta como una actriz de tragedia la historia de esa mujer de vida alegre enamorada de un acordeonista.


Sus cuerdas vocales y la expresión de su rostro, hasta de su cuerpo entero, le permiten pasar de una emoción a otra con sinceridad...




Tristeza, ira, exaltación, pena, deseo… nada parece detenerla. Cantar, es su vida, es la vida.


El 1ro de mayo de 1948, el grupo Les Compagnons de la Chanson la acompañan al mitin del partido político RPF fundado por el general De Gaulle, en Saint-Cloud, en la periferia parisina.


Allí interpretan su célebre tema ‘Les trois cloches’, en el que la voz de Édith se mezcla a la de esos jóvenes que forman un verdadero coro alrededor de ella.


Édith Piaf supo muy temprano que su voz era única y hechicera. Luego, trabajó mucho la puesta en escena de sus canciones: además de gestos estudiados dependiendo del tema,...


...ella optó rápidamente por un vestido negro que acentuaba el aspecto teatral de sus interpretaciones.




Hacia el final de su vida, enferma y debilitada, empezó a perder su voz, algo insoportable para ella...




Esta perspectiva no era aceptable. Antes morir que ceder...



Édith : Sus hombres, sus amantes, sus amigos

Fueron muchos quienes la siguieron, amaron y admiraron. Muchos también los que le escribieron canciones. Dentro de la larga lista de amantes, maridos, amigos, directores de cabarets o salas de espectáculos, cantantes, compositores, actores, desconocidos y celebridades, pocos podían realmente resistir a esta menuda mujer y a su personalidad típicamente parisina, por momentos generosa, a menudo tiránica, que llevaba una vida absolutamente dedicada al arte de la canción y del amor. Algunos quedaron en el anonimato, como Louis Leplée, asesinado en 1936. Otros compartieron su notoriedad e influencia, como el actor Paul Meurisse. Muchos pudieron beneficiar de su protección o de su experiencia en el oficio: Yves Montand, Georges Moustaki y Charles Aznavour. Y otros le deben el salto a la fama como Charles Dumont, el compositor del clásico tema Non je ne regrette rien.


Louis Leplée, director del cabaret Le Gerny's, en la avenida de los Campos Elíseos, descubrió a Édith Piaf en la calle, en 1935. Entusiasmado por su voz, la contrató inmediatamente y le eligió el nombre artístico de la « Môme Piaf ». Leplée lanzó su carrera con su primer vinilo 78 rpm, Les Mômes de la cloche.



Tras la muerte de Louis Leplée, en 1936, Piaf quedó desconsolada y le pidió ayuda al compositor Raymond Asso.« ¡Te estoy esperando desde hace un año! ¡Tómate un taxi y ven! », le respondió Asso. Muy enamorado, el compositor la ayudó a transformarse. Del encuentro quedó la canción Mon légionnaire.




1940, Édith Piaf conoció a Paul Meurisse, un actor de moda. Hombre reservado y elegante, le enseñó como comportarse en sociedad. Piaf le dedicó la canción C'est un monsieur très distingué. Una historia tumultuosa inspirada en Le Bel Indifférent, la obra de Jean Cocteau.



El joven cantante de music-hall Yves Montand fue telonero en los espectáculos de Édith Piaf en el Moulin Rouge en julio de 1944. Entre los dos hubo un flechazo y Édith, que ya era célebre, se hizo cargo de toda su carrera, desde su repertorio hasta la vestimenta.



1946, Édith Piaf descubrió un grupo nuevo, Les Compagnons de la Chanson. La cantante sucumbe al encanto de Jean-Louis Jaubert, uno de los fundadores y pilar del grupo. Su romance dura hasta 1948.



Y decidió apadrinarlos : con ellos grabó Les Trois cloches. El éxito fue inmediato y se vendió un millón de discos. El grupo la acompañó durante su primera gira por los Estados Unidos, en 1947.



En Nueva York, se enamoró perdidamente del boxeador Marcel Cerdan, hombre casado y padre de tres hijos. La pasión entre « el rey del boxeo y la reina de la canción » fue escandalosa y acaparó las tapas de la prensa amarilla. A Cerdan le dedicará, L'Hymne à l’amourMon Dieu.



La relación fue tan intensa como fugaz y tuvo un fin trágico: Cerdan murió en un accidente de avión en 1949. Édith nunca logró reponerse del golpe y entró en un largo ciclo depresivo.



El joven autor y compositor Charles Aznavour se convirtió en su mano derecha, secretario, chofer y confidente. A partir de 1945, Piaf lo ayudó en sus inicios como cantante pero nunca se ocupó de su carrera. Aznavour escribió para ella, entre otras canciones,Jézébel, Plus bleu que tes yeux. Será uno de sus más fieles amigos hasta el final de su vida.



En 1951, Édith Piaf eligió al joven cantante y actor estadounidense Eddie Constantine para trabajar en la opereta La p'tite Lili que el autor Marcel Achard ponía en escena en el ABC, con música de Marguerite Monnot. El espectáculo se mantuvo en la cartelera siete meses, el mismo tiempo que duró el idilio amoroso entre ambos.



En 1952, Édith Piaf se enamoró del apuesto Jacques Pills, quien se lo había presentado Marcel Cerdan en Nueva York. El matrimonio, con toda la pompa, se celebró en Nueva York y por iglesia, como siempre lo había soñado la cantante.



A él le dedicó Je t'ai dans la peau junto al pianista Gilbert Bécaud. La pareja se divorció en 1956.



En 1958, conoció a Georges Moustaki, 20 años más joven que ella y le dedicó Milord. Pero Moustaki tenía un carácter fuerte y mantuvo con Piaf una relación traumática. En septiembre de 1958, la pareja sufrió un grave accidente automovilístico que debilitó un poco más a la cantante.

Foto: De izquierda a derecha: Édith Piaf rodeada por Georges Moustaki, Marguerite Monnot et 




Durante mucho tiempo, Michel Vaucaire y Charles Dumont intentaron sin éxito hacerle llegar a Édith Piaf sus letras. En octubre de 1960, lograron finalmente que escucharaNon, je ne regrette rien, y la cantante quedó inmediatamente seducida. En 1961, volvió a interpretar la canción en el mítico Olympia y ese éxito marcó el inicio de una rica colaboración.

Foto: Michel Rivgauche y Charles 




En 1961, conoció al último hombre de su vida, Theophanis Lamboukas, a quien bautizó Sarapo, « te quiero »en griego, la lengua materna del joven cantante. El 9 de octubre de 1962, Édith, 46 años, agotada físicamente y enferma, se casó con Théo Sarapo, quien era 26 años más joven.



Fue el último hombre que amó y el último cantante que intentó catapultar en el mundo del espectáculo. Piaf murió en París un año después, el 10 de octubre de 1963, aunque su muerte fue declarada oficialmente el 11. Théo Sarapo falleció en 1970 en un accidente de tráfico y fue enterrado junto a Édith Piaf en el cementerio del Père-Lachaise

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