Es la única novela gráfica que ganó el premio Pulitzer. Está considerado como uno de los mejores tebeos de la historia. Guionistas y dibujantes lo citan a menudo como ejemplo que las alturas que puede alcanzar el género. Y sin embargo las librerías rusas acaban de retirar Maus, de Art Spiegelman, de sus estanterías y hasta de sus páginas web. La razón no es comercial, sino legal: la obra maestra de Spiegelman retrata el Holocausto con animales antropomorfos y lleva una esvástica en su portada. Lo que, por lo visto, se considera parte de la “propaganda nazi” que prohíbe una ley aprobada en diciembre en Rusia.
La propia Varvara Gornostayeva, directora de la editorial Corpus, que edita Maus en Rusia, confirmó lo ocurrido a The Guardian. Se da así la paradoja de que un libro basado en los recuerdos del padre de Spiegelman, internado en un campo de concentración, y volcado en denunciar la barbarie del Holocausto, sea prohibido precisamente por lo contrario, por hacer propaganda de aquel horror. Tanto que el autor ha definido la decisión como “la señal de algo peligroso”, en declaraciones a The Guardian. “Es una auténtica pena, porque es un libro sobre la memoria. Y no queremos que las culturas borren la memoria”, ha añadido Spiegelman.
“Stalin, tras llevarnos a contribuir a empezar la Segunda Guerra Mundial, fue probablemente responsable de que los rusos liberaran muchos de esos campos de concentración, lo que ayudó a mi padre a sobrevivir”, ha subrayado la contradicción el autor. “El objetivo final parece ser más en general asustar a cualquiera que trabaje con la libertad de expresión”, según Spiegelman. El autor relató también que la publicación de Maus en Alemania, hace años, se enfrentó al mismo problema: una ley que prohibía símbolos como la esvástica en libros que no fueran investigaciones históricas. Sin embargo, el escritor y su editor lograron convencer finalmente al ministerio de Cultura alemán de que la obra era un trabajo serio sobre el Holocausto y, desde luego, ni rozaba la propaganda nazi. Desde entonces, Spiegelman exigió que la portada se mantuviera en todas las distintas ediciones de Maus.
Rusia aprobó el pasado diciembre una ley que prohíbe expresamente todo tipo de propaganda nazi. Sin embargo, Maus es retirado ahora, varios meses después de la introducción de la normativa, y a dos años de su llegada a las librerías rusas. ¿Por qué? El diario británico apunta a la cercanía del 9 de mayo, 70º aniversario del Día de la Victoria, en el que Rusia va a recordar cómo sus tropas derrotaron a las armadas de Hitler. Al parecer, de cara a las celebraciones, las autoridades han intensificado los controles para hacer respetar la ley, con visitas a tiendas de juguetes y de antigüedades.
El País
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