Así ha sido reducido a escombros el Teatro Nacional de Tirana en la madrugada de este domingo.
La policía albanesa se valió de gas pimienta para dispersar a los artistas, activistas y políticos de la oposición que tras el derrumbe continuaban protestando. Según fuentes opositoras, una treintena de personas, entre ellas un periodista, fueron detenidas.
La protesta ha ido en aumento al avanzar el día. Con su lema más repetido, "Abajo la dictadura".
"Esto es injusto, esta violencia continuará. Esto no parará hasta que este Gobierno se marche. No hay otra forma", aseguraba Lulzim Basha,, líder del Partido Democrático de Albania.
El Gobierno de Edi Rama y la corrupción
Después de que en 2018 se anunciaran los planes de demolición, más de noventa artistas se opusieron a la medida. Manifestaciones semanales los apoyaron. El Gobierno fue acusado de destruir el patrimonio cultural albanés en interés de inversores privados de su círculo próximo. En el terreno se contruirán rascacielos y un teatro mucho más pequeño.
El edificio había sido construido por los italianos durante su ocupación fascista del país bajo el mando de Benito Mussolini en la Segunda Guerra Mundial.
El país vive en máxima tensión desde hace tiempo, y este episodio no es más que un apéndice. Miles de personas se han manifestado en los últimos meses para pedir la dimisión del Gobierno del socialista Edi Rama, al que acusan de corrupción y de socavar las instituciones del Estado, por ejemplo, con su reforma del poder judicial.
Con el presidente en contra
El propio presidente albanés, el también socialista Ilir Meta, promovió una manifestación en febrero contra el primer ministro.
A pesar de toda esta convulsión, el pasado marzo la Unión Europea abrió las negociaciones para la adhesión del país al club comunitario.
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