Han sido 56 días de confinamiento pero a las 10 de la mañana de este lunes en la ciudad francesa de Lyon las tiendas han levantado sus cierres
Algunos clientes esperaban a la puerta incluso antes de que abrieran.
Una de las clientas comentó:"Se trata de poder pasear sin la obligación de tener una autorización en el bolsillo, no necesariamente para comprar algo, sino solo para ir a las tiendas como cuando solíamos ir el resto del año".
Una de las mayores urgencias se centra en las peluquerías. En la que visitamos hay una oleada de clientes. Mucho de ellos han pedido hora previamente . Tienen seiscientas citas concertadas para los próximos días.
El confinamiento a una de las peluqueras se le ha hecho eterno: "Lo he echado de menos. Me ha gustado volver a ver a la gente. Es reconfortante".
Pero todo ha cambiado. Nuevas reglas: gel a la entrada, separación medida entre clientes, mascarillas para todos.
El peluquero Walid Benstall recapitula: "Ha sido muy complicado pero al comienzo del confinamiento a finales de marzo, buscamos máscaras porque supusimos que sería obligatorio cuando las cosas volvieran a la normalidad "
Mientras unos desinfectan asientos otros limpian su puesto de trabajo. En la libreria Vivement Dimanche ha sido necesario reorganizar el espacio. Marcas en el suelo y no más de dos clientes a la vez. Si para su propietaria, Maya Flandin, los días más negros han quedado atrás le parece que aún es pronto para cantar victoria:"Es absolutamente dramático para una librería porque una librería es uno de los comercios menos margen de beneficio de todos, la única solución es pedir un préstamo acabarás con un muro de deuda en un momento dado".
Pero la reapertura no va a ser inmediata para todos. Foucaud y su socio, Dimitri tenían que haber abierto sus tiendas de ropa hecha en Francia el 1 de mayo.
Pero las obras se pararon por el confinamiento. Un desafío logístico que llega en mal momento, al comienzo de una aventura empresarial.
Foucaud Magnon-Pujo, lo rememora "A nivel de trabajo, la mayor dificutad ha sido el reacondicionamiento del local; los pintores no pudieron encontrar pintura en un momento dado, los carpinteros no encontraban madera. El hecho de qmuchas prendas vinieran principalmente de Francia o de Portugal es algo que nos ha retrasado aún más los suministros" .
Es un alivio par los comerciantes pero esto no es más que el principio de un largo camino que llevará meses recorrer para compensar las pérdidas producidas por el confinamiento. Algunos seguramente no se recuperarán jamás.
Euronews
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