"La libertad será la regla y la prohibición la excepción". Así resumió el primer ministro Edouard Philippe la nueva situación en Francia, que abriá desde el dos de junio bares, restaurantes, cafés y museos. También será anulada la limitación de 100 kilómetros en los desplazamientos que hasta ahora coartaba el turismo interno.
París pisa el acelerador de la desescalada ante el continuo retroceso de la pandemia. El gobierno francés dice que la situación es incluso mejor de lo que esperaban. Todo el país está en zona verde, salvo la región parisina y los territorios de Mayotte y Guayana, este último con el problema de compartir una frontera muy porosa con Brasil, donde la covid-19 causa estragos.
Los parques que aún seguían cerrados, como los de París, abrirán. Un alivio ahora que empieza a apretar el calor, aunque las reuniones de más de 10 personas siguen prohibidas.
Guterres: millones de personas podrían caer en la pobreza y producirse hambrunas históricas
Líderes mundiales se encontraron este jueves en una cumbre virtual, en la que el secretario general de la ONU lanzó una señal de alarma. António Guterres dijo que, a menos que se actúe ahora, la pandemia causará una devastación y un sufrimiento inimaginables, con el riesgo de que millones de personas caigan en la pobreza y se produzcan hambrunas históricas. La reunión acabó con el compromiso de todos de impulsar soluciones conjuntas y solidarias.
Boris Johnson relaja el confinamiento en Inglaterra
Entretanto, en el Reino Unido, Boris Johnson ha anunciado nuevas medidas para relajar el confinamiento solo en Inglaterra, ya que Escocia, Gales e Irlanda del Norte se han desmarcado de las decisiones del gobierno de Londres, por considerar que precipita la desescalada.
"Por el momento, como saben, la gente puede reunirse en parques pero no en jardines privados -explicó el primer ministro-. Pero no hay diferencia en el riesgo sanitario, así que ahora permitiremos que la gente se reúna en jardines y otros espacios privados al aire libre".
También reabrirán algunos colegios y negocios, como los concesionarios de automóviles. El de este jueves podría ser el último aplauso semanal a los sanitarios, en un país en el que la covid-19 ha dejado cerca de 38.000 muertos.
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