Tras dejar tocada a Florida, la crisis financiera sacude con fuerza a la capital del estado de Pensilvania, Hurrisburg, que se ha declarado en bancarrota al no poder pagar 400 millones de dólares de la deuda presupuestaria. Los expertos creen que los acreedores no echarán una mano financiera a la ciudad.
Tras dejar tocada a Florida, la crisis financiera sacude con fuerza a la capital del estado de Pensilvania, Hurrisburg, que se ha declarado en bancarrota al no poder pagar 400 millones de dólares de la deuda presupuestaria. Los expertos creen que los acreedores no echarán una mano financiera a la ciudad.
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