La alegría ha estallado en las calles de Trípoli. Las celebraciones empezaron a primera hora, con la caída de Sirte. Después llegaron las noticias, primero de la captura y después de la muerte de Gadafi.
Hay quien besa el suelo libio, quien canta y baila para festejar que el país ha pasado definitivamente página tras 42 años de dictadura del coronel Gadafi y más de 8 meses de levantamiento popular y guerra.
Las calles se han llenado de coches con gente celebrando la noticia. “Gracias a Alá, a los rebeldes y laOTAN, los libios por fin son libres”, grita un hombre al volante de su coche. “Felicito a todos los revolucionarios del 17 de febrero por esta liberación”, dice otro.
La explosión de júbilo ha sido espontánea. Al sonido de los claxones, se une el ruido de los disparos al aire y las sirenas de los buques en el puerto. Las banderas verdes negras y rojas de la nueva Libia ondean por toda la ciudad.
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