Las Abuelas de Plaza de Mayo pedirán penas severas para los ex dictadores argentinos por su responsabilidad en el robo de niños nacidos en cautiverio, hechos en los que supuestamente estuvo implicado el Movimiento Familiar Cristiano.
Sus abogados exigen que la Justicia reconozca la existencia de "un plan sistemático", ejecutado desde el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, según el cual las desaparecidas embarazadas que se encontraban en el centro clandestino de detención denominado El Vesubio eran llevadas a parir a Campo de Mayo y sus hijos entregados al Movimiento Familiar Cristiano.
"Por lo menos hay dos casos de prisioneras que fueron llevadas a parir a Campo de Mayo, donde eran custodiadas por monjas y luego sus bebés entregados al Movimiento Familiar Cristiano", dijo el abogado Alan Iud.
En otras palabras las "adopciones" que concedía esa organización cristiana servían para "blanquear" los nacimientos en cautiverio, de madres que "no estaban exentas del trato cruel de los otros cautivos".
Las detenidas desaparecidas en Campo de Mayo experimentaban, según el alegato, "el tormento adicional de desconocer cuál sería el destino de sus hijos y ello les causaba mayor angustia y desesperación".
Además del ex dictador Jorge Rafael Videla, quien ya fue condenado a cadena perpetua por violaciones a los derechos humanos, también están siendo juzgados el ex dictador Reynaldo Bignone y otros seis miembros de la cúpula militar argentina.
A todos ellos se los acusa de los delitos de sustracción, retención, ocultamiento y sustitución de identidad de menores de 10 años, por el robo de 33 niños hijos de disidentes del régimen militar.
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