El fisco chino sancionó a Ai con una multa de casi dos millones de euros por supuesto impago de impuesto. El año pasado, el artista consiguió, gracias a sus simpatizantes, dinero para recurrir una primera sentencia.
"Creo que en los últimos años China ha hecho grandes esfuerzos para mantener la estabilidad tratando de eliminar cualquier persona que quiera decir la verdad. Si una persona quiere dar su propia opinión sobre lo que realmente ocurre en el país ya está cometiendo un delito" comenta Ai Weiwei.
Ai, famoso por colaborar en el diseño del Estadio Olímpico de Pekín, ha publicado en su cuenta twitter que seguirá apelando hasta que no pueda hacer más.
La justicia china no permitió al activista asistir a la audiencia del caso por su apelación. Este viernes también se le ha prohibido acudir a la lectura del veredicto.
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