Durante una semana la llama recorrerá la capital británica hasta que el viernes 27 de julio llegue al Estadio Olímpico de Stratford para la ceremonia de inauguración de los Juegos. Unos mil voluntarios portarán la antorcha olímpica por la calles de Londres en la recta final.
"Creo que estos van a ser unos grandes juegos. Estoy seguro. La preparación, a pesar de algunas dificultades, ha sido sólida. Todas las áreas han sido cubiertas, así que soy muy optimista" dice Jacques Rogge, el presidente del Comité Olímpico Internacional.
En la víspera de su inauguración, los Juegos se enfrentan al mal tiempo reinante en Londres y a los retrasos habituales del transporte, además de a la huelga del día 26 de julio del personal transfronterizo, y a la huelga de los conductores de trenes en la última semana de los Juegos
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