3 claves que explican el éxito de "Una mujer fantástica", la cinta chilena ganadora del Oscar a mejor película extranjera
Daniela Vega da vida a Marina, la protagonista de "Una mujer fantástica".
Muchos dicen que el cine chileno está en periodo de gracia.
Y es que en los últimos años ha empezado a saborear el reconocimiento internacional.
La guinda del pastel la puso este domingo "Una mujer fantástica", la cinta del director Sebastián Lelio, que se hizo con la estatuilla a la Mejor Película de Habla No Inglesa en los Premios Oscar, otorgados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos (AMPAS, por sus siglas en inglés) en Los Ángeles.
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Pero el paseo por la fama del cine hecho en Chile empezó hace tiempo.
Ya en 2013, Paulina García, la protagonista de otra cinta de Lelio, "Gloria", se alzaba con el Oso de Plata a Mejor Actriz en la 63 edición de la Berlinale.
Asimismo, dos cintas de Pablo Larraín, "No" y "Jackie", fueron nominadas a varios premios de la Academia de Hollywood.
Sin embargo, fue el corto animado "Historia de un oso", dirigido por Gabriel Osorio, el que logró llevar a Chile el primer Oscar de su historia en 2016.
Ahora, Lelio y su equipo se han llevado a casa el mayor premio que puede conseguir una película extranjera en la industria del cine gracias a la historia de Marina, una mujer transgénero que, al morirse su pareja, debe enfrentarse al rechazo de la familia de éste y del de la sociedad.
Hacerse con la estatuilla representa un hito en la historia del cine.
Tras consultar la opinión de algunos expertos y de aquellos que están detrás de la película, te desvelamos cuáles son las tres claves que han llevado al éxito internacional a "Una mujer fantástica".
1. Una historia universal
"Una mujer fantástica" es una historia de amor y de pérdida de un ser querido con la que podemos sentirnos fácilmente identificados.
Habla de romance y luto, pero también de la dignidad y la resistencia, con lo que busca despertar la empatía del público.
Como escribió el crítico de cine Ryan Gilbey en el diaro briánico The Guardian,"aunque sea una película oportuna es la atemporalidad y su compasión profunda la que la califica como una de las grandes".
La empatía ha sido, de hecho, el eje central de la película. Así lo aseguraron su director y su coguionista en una reciente entrevista con BBC Mundo.
"El juego de la película es identificar el límite de la empatía, hasta dónde llega la aceptación del otro. ¿Hasta que llega a golpear tu puerta? ¿ahí empieza el problema? Entonces ¿qué es? ¿solo un concepto o es verdad?'', señaló el director, Sebastián Lelio.
"El punto de partida tenía que ver con la pérdida y eso derivó en una sensación de que queríamos crear un personaje que estuviera en un no-lugar", relata el guionista Gonzalo Maza.
Gonzalo Maza (izquierda) y Sebastián Lelio escribieron el guión de "Una mujer fantástica" de forma conjunta.
Fue así como se decidió que la protagonista de la historia tenía que ser, indiscutiblemente, un personaje transgénero.
Este es el segundo elemento que hace a este drama digno de un Oscar.
2. Transgénero pero con sutileza
En un año en el que Hollywood busca visibilizar (y premiar) la diversidad, el personaje de Marina ha resultado muy oportuno.
Pero esta no es una película reivindicativa. La transexualidad se trata con sutileza, sin entrar en lo mórbido, ni siquiera en las escenas en las que la protagonista aparece desnuda.
Y es que ni Lelio ni Maza han querido hacer activismo con esta película, subrayan.
"Nunca quise hacer una película de propaganda, sino de amor y pérdida", decía el director galardonado durante la promoción de la película.
La cinta tampoco profundiza en la transexualidad de Marina o en el proceso que la llevó a ser quien es. Hay un vacío de antecedentes que el espectador desconoce.
Porque si Marina no reivindica, tampoco da explicaciones.
"Aquí no venimos a pedir permiso para ser quienes somos. Seamos trans o no, sencillamente somos como somos", aseguró Daniela Vega en un encuentro con los medios.
3. El lenguaje cinematográfico
Dominada por una una fotografía brillante y el multicolor que le aporta el habitual colaborador de Lelio, Benjamín Echazarreta, la marca transgénero del filme no parece reducirse solo al personaje.
"Oscilando entre el melodrama y el thriller, el realismo y el desvío onírico o la extravagancia musical, las arias y la música disco, Lavoe y Aretha Franklin", dice Jordi Acosta, experto en cine del diario español El País, que "la propia película se transexualiza" con constantes cambios de género.
En la película se mezcla fantasía con realidad con escenas de bailes en el aire, visiones e imágenes deformadas. (Foto: IMBD)
Para el experto de cine de la BBC, Mark Kermode, el lenguaje cinematográfico de la película tiene mucho de "realismo mágico".
Algo que se palpa en escenas fantásticas e imposibles como la lucha de la protagonista contra una tormenta de viento imposible en una calle de la ciudad.
"La historia de la película puede estar firmemente enraizada en la realidad cotidiana, pero hay una cualidad fábula en su narración que agrega una capa de trascendencia", explica el especialista.
BBC
Coguionista de "Une mujer fantástica": "Al principio, la historia era sobre alguien que muere"
Gonzalo Maza conversó con Tele13 Radio donde se mostró feliz y sorprendido por el logro conseguido en los premios Oscar 2018.
Sólo unas horas han pasado desde que la actriz Rita Moreno anunció el nombre de la cinta ganadora del Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera y la emoción del equipo de realizadores de "Una mujer fantástica" sigue a flor de piel.
Desde Los Ángeles, el coguionista de la cinta, Gonzalo Maza, conversó con Iván Valenzuela en Mesa Central y mostró su felicidad por el premio obtenido en una noche que pasará a la historia para el cine chileno.
Maza señaló que ganar un Oscar, nunca estuvo dentro de los objetivos de la película: “Siempre el objetivo primario es otro, es apelar a una identificación y apelar a que lo que estamos viendo en una historia, a uno le remueve algo”.
También sostuvo que en la génesis del film, Daniela Vega no fue considerada para ser la protagonizar: "Al principio, la historia era sobre alguien que muere y sobre ese tema, comenzamos a explorar cómo sería morir en los brazos de alguien equivocado".
La película trata sobre la situación que experimenta una mujer trans (Vega) cuando su pareja Orlando (Francisco Reyes) muere de manera repentina dejando a su familia detrás.
La cinta chilena, dirigida por Sebastián Lelio y protagonizada por Daniela Vega, se quedó con la estatuilla dorada en la ceremonia 90 de los premios de la Academia de Hollywood.
Escuchar la entrevista aquí
Daniela Vega, la actriz transexual que ha hecho historia en los Oscar
La protagonista de 'Una mujer fantástica', ganadora del premio a Mejor película extranjera, tiene una difícil historia detrás
La chilena Daniela Vega se ha convertido en la primera actriz transexual en participar en la presentación de la gala de los Oscar. La actriz, protagonista de Una mujer fantástica –Oscar a Mejor película extranjera– ha presentado al cantante Sufjan Stevens, que iba a interpretar Mistery of Love, incluido en el filme Call me by my name. "Quiero invitaros a abrir vuestros corazones y vuestros sentimientos y sentir la realidad. ¿Podéis?" ha asegurado emocionada.
Mucho antes de esta noche e incluso mucho antes de subirse a un escenario, Vega, 28 años, tocó fondo. A los 14, la vida se le partió en dos. Dejó su cuerpo de hombre para transitar al de mujer. Estrenada en su figura femenina, Vega no percibía la luz ni sabía qué camino seguir –si ser cantante o actriz–, ni tampoco tenía la posibilidad de entrar en el mundo del arte.
“Del dolor se aprende y se crece”, contaba la intérprete en Madrid a EL PAÍS en febrero, horas antes de que la película triunfara con el Goya con el galardón a la mejor película Iberoamericana. “Los transexuales somos seres marginales. Se sufre mucho en la transición. Y ese dolor nos hace fuertes, duros, e incluso nos lleva a tener mal carácter”, aseguraba, mientras Juan de Dios Larraín, productor de la película junto a su hermano, el director de cine Pablo Larraín, le acercaba una cañita. Daniela rompió esquemas para asumir su transexualidad con el apoyo de su familia. “Yo tengo mucha esperanza en las generaciones futuras en Chile, actualmente hay mucha apertura”, enfatiza la actriz.
Antes de convertirse en Marina, una transexual que pierde inesperadamente a su novio, la actriz trabajaba como peluquera en un salón de belleza. Fue un golpe de suerte, el destino, o la casualidad lo que llevó al director hasta ella, cuando este comenzaba a estudiar los personajes de Una mujer fantástica e indagaba en el mundo transexual en Santiago de Chile. En un principio, iba a tener el rol de asesora de la película, pero terminó siendo la estrella de un filme exaltado por el dolor, la perdida y el miedo a lo desconocido.
Las artes en el mojigato Chile
La intérprete tenía solo un año cuando el dictador chileno Augusto Pinochet dejó el poder en 1990. La sociedad vivía con miedo. Aún estaba fresco el recuerdo de los campos de torturas, de la trágica muerte del cantante Víctor Jara, de los militares con metralletas en las calles, de los guanacos (camiones que lanzaban agua sucia a los manifestantes callejeros).
Los gays, los trans eran parte del underground, vidas que se conocían a través de los libros de Pedro Lemebel, escritor que retrató magistralmente a seres marginales, él mismo lo fue. Chile era una sociedad bicéfala. Dos caras que se manifestaban a la vez. Una, la que rompía reglas, con la anti-poesía del recientemente fallecido Nicanor Parra o la transgresión de Alejandro Jodorowsky; la otra, por el conservadurismo, el respeto y el miedo a la ley, autoridad, a lo establecido.
Cuando se estrenó hace un año la cinta en Chile, fue recibida con mucho entusiasmo. Daniela peregrinó por los principales platós de televisiones, miraba fijamente a la cámara y se explayaba: “Quiérete, amate y respétate de la manera más digna. Todos nuestros cuerpos transitan; yo lo hice desde el género, otros, lo hacen envejeciendo”. La actriz, que comenzó su andadura artística como cantante lírica, fue la primera transexual en aparecer en las portadas de las revistas en Chile, convirtiéndose en un hito cultural.
Nicolas Saavedra y Daniela Vega suben al escenario. CHRIS PIZZELLO ©GTRESONLINE
Vega está escribiendo un libro para la editorial Planeta y prepara, además, dos personajes, uno para el cine y otro para el teatro en Santiago de donde no tiene intención de moverse.
En Hollywood hay un grupo de amantes del cine a los que ha cautivado. Algo que Lelio ni los productores predijeron. “Ha habido una especie de espiral virtuoso en la apreciación de la película, en los temas que aborda, en el momento histórico, cultural, social que estamos pasando. Se ha abierto una caja de Pandora en lo femenino, con una explosión de temas trans. Todo esto ocurrió mientras escribíamos la película. Y mientras la hacíamos, el mundo ha dado un giro de 180 grados, con el Brexit y Trump”, argumentaba el cineasta en Madrid.
La buena relación entre el director y la artista es manifiesto. Entre ambos se cruzan miradas cómplices. Lelio percibe a Daniela como un personaje de otra época, “es como una estrella moderna, y al tiempo una diva de los años cuarenta. Yo he seguido con mucha admiración cómo ella ha llevado toda esta responsabilidad, lo ha hecho con mucha gracia”.
¿Cuál ha sido la llave de tu éxito?: “La poesía fue mi puerta de entrada a este mundo. Para todo adolescente chileno, es como dar el primer beso, acostarse por primera vez, escribir poesía es parte del ritual de ser chileno”, resaltó Lelio, quien se estrenó en la lírica leyendo a Vicente Huidobro. El verso es el embrión de su cine, y con ese estímulo gesta sus películas.
El País
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