…desde el principio hasta ahora, el fin del teatro ha sido y es: ofrecer a la naturaleza un espejo en que la virtud vea su propia forma, el vicio su propia imagen, y cada nación y cada siglo sus principales caracteres.
Consejo de Hamlet a los actores.
William Shakespeare
Ofrecerle al mundo un objeto artístico, una obra de arte, es un ejercicio hermoso y exigente, en cuya experiencia, tanto los espectadores, como los hacedores del objeto, nos transformamos en medio de ese ejercicio comunicativo que ocurre al centro de la experiencia artística y que ilumina nuevos puntos de vista, que a veces ni siquiera vislumbrábamos, pero que en el contraste de sentidos que esa acción devela, emergen la mayoría de las veces como la semilla de un algo que podría ser distinto a las verdades o interpretaciones de mundo que conocíamos.
Para las gentes que desarrollamos un oficio artístico, como el teatro, hacer arte es una necesidad.
Pero, sin duda, en los tiempos complejos que vivimos, que a veces se nos presentan como vacíos de principios y contenido, el ejercicio de nuestros oficios va mucho más allá de esas necesidades que sentimos por hacer.
El Teatro es hoy más urgente que nunca, pero no debemos olvidar que nunca ha sido fácil y en los momentos más complejos de nuestra historia, el teatro ha estado más que presente. Sólo por nombrar a uno: Óscar Castro (Aleph) haciendo teatro en los diversos campos de concentración por los que lo paseó la dictadura. Sin duda, hay mucho teatro por hacer.
Estar allí, para que nuestro oficio ayude a iluminar puntos de vista, contribuir a otorgar sentidos, generar nuevas interpretaciones y posibilidades de caminos, desenmascarar mentiras y mostrar verdades.
Nos toca ensayar.
Un abrazo fraterno a todas y todos los que hacen teatro, en este nuestro día y en los días que vienen, sin duda, hay mucho teatro por hacer.
Cristian Keim Palma.
Director del Teatro Nacional Chileno
Facultad de Artes
Universidad de Chile
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