En el remoto Desierto de Atacama, en el norte de Chile, se construye un ambicioso proyecto que revolucionará la exploración cósmica: el Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés). Bautizado como el ojo más grande del mundo para mirar el cielo, este titánico instrumento a cargo del Observatorio Europeo Austral (ESO) –una organización representada por 16 estados miembros del viejo continente, Australia como socio estratégico y Chile, como anfitrión– está diseñado para escudriñar los misterios del universo.En el remoto Desierto de Atacama, en el norte de Chile, se construye un ambicioso proyecto que revolucionará la exploración cósmica: el Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés). Bautizado como el ojo más grande del mundo para mirar el cielo, este titánico instrumento a cargo del Observatorio Europeo Austral (ESO) –una organización representada por 16 estados miembros del viejo continente, Australia como socio estratégico y Chile, como anfitrión– está diseñado para escudriñar los misterios del universo.
Comments