Los trabajadores de Volkswagen arremeten contra la dirección ante el posible cierre de plantas. Euronews
El comité de empresa de Volkswagen criticó a la cúpula de la compañía por sugerir el posible cierre de plantas y amenazar la seguridad laboral, mientras el director financiero afirma que es esencial reducir costes.
Representantes de los trabajadores de Volkswagen (VW) han pronunciado un discurso condenatorio en la planta de Wolfsburgo el miércoles. La presidenta del Comité, Daniela Cavallo, culpó a los ejecutivos de "no hacer su trabajo", después de que la empresa dijera que podría tener que cerrar plantas en Alemania, país con la economía más fuerte de toda Europa.
"No tenemos un problema de costes laborales. No tenemos un problema de personal. Tenemos un comité ejecutivo que no se centra lo suficiente en el negocio principal. No se puede esperar que la plantilla cargue con las consecuencias de sus errores", dijo Cavallo al comité ejecutivo en una sala repleta de miles de trabajadores.
Desde Volkswagen aseguran que la empresa no puede sobrevivir a la transición a los coches eléctricos a menos que recorte sus costes, tras el deterioro de la economía y la dura competencia de China.
"¿Su respuesta es cerrar fábricas? ¿Despedir a la gente? ¿Pedir recortes salariales? Tales medidas sólo serían aceptables en un escenario, y es si todo el modelo de negocio estuviera muerto", añadió Cavallo.
VW emplea a casi 700.000 trabajadores, que disfrutan de unas condiciones laborales seguras negociadas en los años 90. El director financiero, Arno Antlitz, rogó a los trabajadores que aceptaran los recortes.
Otro golpe para el Gobierno alemán
VW, el mayor fabricante de automóviles de Europa, que también es la matriz de Audi y Skoda, entre otros, está intentando ahorrar 10.000 millones de euros después de que las medidas que incluían la congelación de la contratación y el despido de trabajadores temporales que se acordaron el año pasado hayan resultado no ser suficientes.
Estos posibles cierres de plantas suponen otro golpe para el actual Gobierno de coalición, ya que la economía alemana depende en gran medida de la industria automovilística. El fin de semana, dos estados federados del este de Alemania votaron mayoritariamente a favor del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, por lo que los expertos sugieren ahora que los ministerios deben tomar cartas en el asunto.
Sin embargo, esta podría ser ahora una oportunidad para que el canciller alemán, Olaf Scholz, cuya popularidad ha caído en picado en los dos últimos años por las disputas con sus socios de coalición, demuestre su liderazgo y ponga en marcha políticas que fomenten una transición suave hacia los vehículos eléctricos.
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