El apoyo a Kiev tanto en Europa como en Estados Unidos está empezando a disminuir, en gran parte impulsado por las fuerzas populistas de extrema derecha en ambas regiones.
Un cambio de tono en las declaraciones del Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre la guerra en Ucrania antes de una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza podría ser un indicio de que se están produciendo conversaciones a puerta cerrada entre los aliados sobre cómo podría ser un posible final del conflicto.
Algunos analistas, como Judy Dempsey, de Carnegie Europe, creen que Stoltenberg estuvo, en la rueda de prensa del lunes, un poco alejado de cómo ha estado en el pasado, donde ha hablado de defender Kiev pase lo que pase.
"Me quedé pensando, ¿por qué dijo que Ucrania ya había reconquistado el 50% de su territorio?", ha dicho Dempsey a Euronews. "Y me preguntaba, ¿es esto una señal de que quizá la OTAN está pensando en el futuro de Ucrania?".
A pesar de todas las garantías oficiales de apoyo continuado a Ucrania, la UE tiene dificultades para mantener su palabra, en medio de la decepción por su contraofensiva de verano y el desplazamiento de la atención de los líderes a la guerra entre Israel y Hamás.
Aunque ningún dirigente europeo lo diga oficialmente, crece la sensación de que la guerra en Ucrania no acabará pronto, lo que añade algo de presión a las posibles negociaciones.
Bruselas niega el hartazgo de la guerra
Pero en una reunión celebrada el martes en Bruselas entre el responsable de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, y el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba, ambos negaron cualquier presión.
"No veo ningún signo de que los miembros tengan lo que se llama fatiga. Todo el mundo está preocupado, todo el mundo reconoce el éxito de los ucranianos", ha apuntado Borrell.
"Y estoy seguro de que los Estados miembros seguirán apoyando a Ucrania porque es una cuestión existencial para nosotros. No podemos permitirnos el lujo de cansarnos".
Según Dempsey, el verdadero problema es que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no parece tener ninguna prisa en pensar siquiera en la palabra negociaciones. A estas alturas, sería difícil que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, entrara en negociaciones, sobre todo si ello afectara a la soberanía territorial del país.
"Creo que algunos países europeos aceptarían el intercambio de territorio por paz. Esto es muy complicado: altamente político, muy emocional", ha dicho Dempsey.
"Pero el propio presidente Zelenski sería la persona que tendría que tomar esta decisión, pero también es una especie de decisión traicionera".
El apoyo de la OTAN podría desempeñar un papel importante en el futuro del conflicto y la posibilidad de que Ucrania se convierta en miembro de la alianza podría ser crucial.
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