Tomado del Universsal de México
Son incontables los casos de personas que recurren a esto, sin saber que puede ser la peor de la recetas
La vieja historia de hacer caso a quienes supuestamente tomaron un medicamento y les funcionó hace caer a millones de pacientes en la trampa de autorrecetarse, por lo que se trata de un problema social que cobra muchas más víctimas de lo que se piensa.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, 40% de los adultos mayores llega a tomar hasta ocho medicamentos por día, pues la mayoría sufre de tres a cuatro enfermedades crónicas, principalmente diabetes mellitus, hipertensión arterial, ateroesclerosis y lípidos elevados, así como problemas visuales auditivos y neurológicos, por lo que requieren tratamiento farmacológico de por vida.
Sus males son reales y deben ser atendidos, pero lo más grave en estos casos es que la mitad de los productos que toman los ancianos son autorrecetados, según explica la coordinadora de la Atención Domiciliaria Integral y especialista en atención al adulto mayor del Hospital Regional Gabriel Mancera, Zoila Trujillo de los Santos.
La experta del IMSS dice que este grupo de gente de edad avanzada se automedica principalmente con laxantes, ansiolíticos, analgésicos, antiácidos y multivitamínicos. "Es un hábito nocivo que sólo empeora los daños a la salud e incluso puede provocar complicaciones de sus enfermedades principales y poner en riesgo su vida", subraya.
Pastillas mágicas
No hay quien no desee superar crisis dolorosas, ya sean físicas o mentales, pero la única cura para ellas es el auxilio especializado.
De acuerdo con la doctora Trujillo, desafortunadamente las víctimas de la automedicación son quienes piensan que una pastilla extra para quitar un dolor no representa ningún peligro, porque antes ya se la había recetado un médico o porque a otra persona le hizo bien y no toman en cuenta que cada organismo es diferente.
Pero, en realidad, la automedicación puede ocasionar lo que se llama "interacción medicamentosa", o sea un efecto opuesto al que debe tener el fármaco ingerido, y que va a ocasionar una reacción en el organismo, ya sea que bloquea su acción o magnifica su efecto, explica.
La especialista del IMSS señala que entre los adultos mayores se da más la automedicación debido a que influyen muchos factores de riesgo, como es que a veces acuden sin acompañante a la consulta médica, viven solos y en actitud de aislamiento y depresión.
Afirma que para evitar esta nociva costumbre, es necesario educar e informar al adulto mayor sobre los daños que a la salud causa el hábito de automedicarse y la importancia de acudir periódicamente a su clínica para el control de las enfermedades crónicas que le aquejan, a fin de aumentar o disminuir la dosis de los medicamentos que tiene prescritos, de acuerdo con cómo evolucione su enfermedad.
Me parece que también esto ocurre en nuestro país y es necesario informar y educar a los adultos mayores.
¿Tienen alguna experiencia que contar?
Son incontables los casos de personas que recurren a esto, sin saber que puede ser la peor de la recetas
La vieja historia de hacer caso a quienes supuestamente tomaron un medicamento y les funcionó hace caer a millones de pacientes en la trampa de autorrecetarse, por lo que se trata de un problema social que cobra muchas más víctimas de lo que se piensa.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, 40% de los adultos mayores llega a tomar hasta ocho medicamentos por día, pues la mayoría sufre de tres a cuatro enfermedades crónicas, principalmente diabetes mellitus, hipertensión arterial, ateroesclerosis y lípidos elevados, así como problemas visuales auditivos y neurológicos, por lo que requieren tratamiento farmacológico de por vida.
Sus males son reales y deben ser atendidos, pero lo más grave en estos casos es que la mitad de los productos que toman los ancianos son autorrecetados, según explica la coordinadora de la Atención Domiciliaria Integral y especialista en atención al adulto mayor del Hospital Regional Gabriel Mancera, Zoila Trujillo de los Santos.
La experta del IMSS dice que este grupo de gente de edad avanzada se automedica principalmente con laxantes, ansiolíticos, analgésicos, antiácidos y multivitamínicos. "Es un hábito nocivo que sólo empeora los daños a la salud e incluso puede provocar complicaciones de sus enfermedades principales y poner en riesgo su vida", subraya.
Pastillas mágicas
No hay quien no desee superar crisis dolorosas, ya sean físicas o mentales, pero la única cura para ellas es el auxilio especializado.
De acuerdo con la doctora Trujillo, desafortunadamente las víctimas de la automedicación son quienes piensan que una pastilla extra para quitar un dolor no representa ningún peligro, porque antes ya se la había recetado un médico o porque a otra persona le hizo bien y no toman en cuenta que cada organismo es diferente.
Pero, en realidad, la automedicación puede ocasionar lo que se llama "interacción medicamentosa", o sea un efecto opuesto al que debe tener el fármaco ingerido, y que va a ocasionar una reacción en el organismo, ya sea que bloquea su acción o magnifica su efecto, explica.
La especialista del IMSS señala que entre los adultos mayores se da más la automedicación debido a que influyen muchos factores de riesgo, como es que a veces acuden sin acompañante a la consulta médica, viven solos y en actitud de aislamiento y depresión.
Afirma que para evitar esta nociva costumbre, es necesario educar e informar al adulto mayor sobre los daños que a la salud causa el hábito de automedicarse y la importancia de acudir periódicamente a su clínica para el control de las enfermedades crónicas que le aquejan, a fin de aumentar o disminuir la dosis de los medicamentos que tiene prescritos, de acuerdo con cómo evolucione su enfermedad.
Me parece que también esto ocurre en nuestro país y es necesario informar y educar a los adultos mayores.
¿Tienen alguna experiencia que contar?
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