Presidenciales francesas: 10 candidatos en la primera vuelta
Diez candidatos concurrirán a la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas del próximo abril.
Las candidaturas se han oficializado hoy, fecha límite para presentar las indispensables 500 firmas de apoyo de cargos públicos.
De la decena de candidatos que han conseguido esos avales, sólo cinco tienen posibilidades reales de obtener más del 10% de los votos.
Nicolas Sarkozy, presidente saliente y candidato de la conservadora UMP encabeza la carrera con el 27,5% de las intenciones de voto.
El socialista Francois Hollande, le pisa los talones con el 27%.
Marine Le Pen, candidata del ultraderechista Frente Nacional podría conseguir según los últimos sondeos el 17% de los votos.
François Bayrou, representante del centrista Modem, ronda el 13% y Jean Luc Mélenchon del Frente de Izquierda, el 11%.
La de Hollande y Sarkozy está siendo una carrera reñida. Aunque el presidente saliente partió con desventaja, no ha dejado de ganar terreno en las últimas semanas. Ambos candidatos representan la bipolarización de la vida política francesa.
No demasiado alejada Marine Le Pen, que recoge el testigo de su padre en la que es su primera carrera presidencial.
Para François Bayrou, en cambio, es la tercera.
Jean-Luc Mélenchon, ex socialista, fundó en 2008 el Frente de Izquierda. Su objetivo es unir a toda la izquierda en el combate anticapitalista.
Los 5 outsiders son:
La franco noruega Eva Joly. 68 años, Candidata de Europa Ecología, eurodiputada y exjueza de instrucción. Nathalie Artaud, 42 años, candidata de Lucha Obrera. Arlette Laguiller, seis veces candidata, le ha cedido el testigo. Nicolas Dupont Aignan, 51 años, gaulista, disidente de la UMP. El troskista Philippe Poutou del Nuevo Partido anticapitalista, 45 años, reemplaza a Olivier Besancenot. Y por último Jacques Cheminade, de 70 años, candidato de Solidaridad y Progreso y representante en Francia del controvertido movimiento de Lyndon Larouche.
Ninguno de ellos tiene posibilidades reales de acceder a la segunda vuelta e ilustran la ambiguedad de un sistema que pone prácticamente al mismo nivel a la representante de los ecologistas y a un seguidor de la teoría del complot.
Tras la publicación de la lista oficial hoy, la campaña comenzará el 9 de abril y terminará el 20 del mismo mes.
La primera vuelta tendrá lugar el 22 de abril, y la segunda el seis de mayo. El nuevo presidente asumirá sus funciones el 17 de mayo de 2012.
Los temas de campaña son los asuntos que más preocupan a los franceses: el desempleo, la inmigración, y la austeridad entre otros.
La última toma de la Bastilla
"¡Resistencia, resistencia!", gritaban los militantes del Frente de Izquierda que acudieron a tomar –metafóricamente– la Bastilla, convocados por Jean-Luc Mélenchon. Candidato a la Presidencia de la República en las próximas elecciones de abril-mayo, con un 11% de intención de voto según el último sondeo de Ifop y subiendo, este eurodiputado y ex ministro socialista de Formación Profesional en el gobierno Mitterrand-Jospin de 2000 a 2002, se ha convertido, a los 61 años, en el político que mejor encarna los valores de la izquierda, dura y sin concesiones, dentro del agitado panorama político galo.
Por eso quizá, a pesar de la lluvia intermitente, decenas de miles de simpatizantes (100.000, según la organización) realizaron ayer a su lado el recorrido que va de la Plaza de la Nación a la de la Bastilla para conmemorar el aniversario del levantamiento de la Comuna de París en 1871. A cinco semanas exactas de los comicios presidenciales, el acto tuvo más de mitin electoral que de acontecimiento historicista.
"Mélenchon es la esperanza de la verdadera izquierda", proclamada entusiasmado el sindicalista de CGT Pascal Petitpierre. Y la artesana Louise Gayerie añadía: “¿Votar a Hollande en le primer turno? Es imposible hacerlo por alguien que va a la City de Londres a decir que no es peligroso. ¡Nosotros sí que somos peligrosos y queremos ir a por las grandes fortunas!".
En el trayecto hasta llegar a esa Plaza de Bastilla donde hace siglos estuvo radicada la siniestra fortaleza-prisión de la monarquía absolutista de Luis XVI y que hoy sirve como punto de reunión para las concentraciones de la izquierda –desde la celebración de la victoria de Mitterrand en 1981 hasta las últimas quedadas de los indignados–, se mezclaban las banderas rojas con pancartas que rezaban 'Viva la Sexta República'. Esa Sexta República "social, laica y ecológica" es uno de los puntos fuertes del programa electoral del FI, que propone una refundación del estado, limitando los poderes ejecutivos del presidente, recuperando el protagonismo de la Asamblea Nacional y el Senado y prestando un interés prioritario a las iniciativas ciudadanas.
Para Mélenchon, el próximo 22 de abril, fecha de la primera cita con las urnas, debería marcar el comienzo de una "insurrección cívica necesaria para el pueblo". Según un reciente estudio de opinión, dos tercios de sus conciudadanos piensan que el candidato revelación de este sufragio "desea realmente cambiar las cosas", pero un 53% lo considera “algo sectario". Para el ex presidente del ultranacionalista Frente Nacional, Jean-Marie le Pen, Mélenchon es “el único que atrona desde la izquierda, ahora que François Hollande [el aspirante del partido Socialista] se ha vuelto socialdemócrata". Mientras que para la dirigente ecologista Cécile Duflot (EELV), el eurodiputado "hace política con retrovisor: la Bastilla, la Comuna, todo muy nostálgico".
"Vencer a la derecha y cambiar la izquierda para cambiar nuestras vidas", rezaba un cartel colocado en la rue du Faubourg Saint-Antoine. Por el momento, Mélenchon puede estar orgulloso de que Sarkozy haya adoptado, quizá sin saberlo, una de sus ideas de campaña: hacer pagar impuestos a los exiliados fiscales si quieren conservar la nacionalidad. Del mismo modo, critica a Hollande por su proyecto de instaurar un IRPF al 75% para aquellos que ganan más de un millón de euros anuales. Él pondría el listón en 360.000 euros. Pero su mayor enemiga es,claro, Marine Le Pen, a quien define como "semi-demente" y con quien no ha querido medirse en un debate televisivo en France 2.
El Mundo
La campaña electoral, suspendida por el ataque de Toulouse
La campaña para las elecciones presidenciales en Francia ha quedado suspendida de facto tras los asesinatos de Toulouse. La emoción y la condena están en boca de todos los candidatos. Es una "tragedia nacional", ha dicho ante representantes de la comunidad judía el presidente francés Nicolas Sarkozy, uno de los primeros en llegar al lugar del ataque. "Estos asesinatos no incumben sólo a la comunidad judía, toda la comunidad nacional está consternada y a vuestro lado. Todo el mundo está conmocionado y mañana, en todos los colegios de Francia, un minuto de silencio recordará a los niños de este colegio".
François Hollande, el candidato socialista y principal rival de Sarkozy, también anuló su agenda de este lunes para viajar a Toulouse, y reclamar una "respuesta común y firme de toda la República" francesa a estos "actos antisemitas". "Cuatro muertos, tres niños, un herido grave. Es una ignominia y yo tenía que estar aquí para expresar mi solidaridad a la ciudad de Toulouse y decir que esto no afecta sólo a un colegio, a los judíos o a una ciudad, sino a Francia en su conjunto", dijo Hollande.
Diez candidatos concurrirán a la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas del próximo abril.
Las candidaturas se han oficializado hoy, fecha límite para presentar las indispensables 500 firmas de apoyo de cargos públicos.
De la decena de candidatos que han conseguido esos avales, sólo cinco tienen posibilidades reales de obtener más del 10% de los votos.
Nicolas Sarkozy, presidente saliente y candidato de la conservadora UMP encabeza la carrera con el 27,5% de las intenciones de voto.
El socialista Francois Hollande, le pisa los talones con el 27%.
Marine Le Pen, candidata del ultraderechista Frente Nacional podría conseguir según los últimos sondeos el 17% de los votos.
François Bayrou, representante del centrista Modem, ronda el 13% y Jean Luc Mélenchon del Frente de Izquierda, el 11%.
La de Hollande y Sarkozy está siendo una carrera reñida. Aunque el presidente saliente partió con desventaja, no ha dejado de ganar terreno en las últimas semanas. Ambos candidatos representan la bipolarización de la vida política francesa.
No demasiado alejada Marine Le Pen, que recoge el testigo de su padre en la que es su primera carrera presidencial.
Para François Bayrou, en cambio, es la tercera.
Jean-Luc Mélenchon, ex socialista, fundó en 2008 el Frente de Izquierda. Su objetivo es unir a toda la izquierda en el combate anticapitalista.
Los 5 outsiders son:
La franco noruega Eva Joly. 68 años, Candidata de Europa Ecología, eurodiputada y exjueza de instrucción. Nathalie Artaud, 42 años, candidata de Lucha Obrera. Arlette Laguiller, seis veces candidata, le ha cedido el testigo. Nicolas Dupont Aignan, 51 años, gaulista, disidente de la UMP. El troskista Philippe Poutou del Nuevo Partido anticapitalista, 45 años, reemplaza a Olivier Besancenot. Y por último Jacques Cheminade, de 70 años, candidato de Solidaridad y Progreso y representante en Francia del controvertido movimiento de Lyndon Larouche.
Ninguno de ellos tiene posibilidades reales de acceder a la segunda vuelta e ilustran la ambiguedad de un sistema que pone prácticamente al mismo nivel a la representante de los ecologistas y a un seguidor de la teoría del complot.
Tras la publicación de la lista oficial hoy, la campaña comenzará el 9 de abril y terminará el 20 del mismo mes.
La primera vuelta tendrá lugar el 22 de abril, y la segunda el seis de mayo. El nuevo presidente asumirá sus funciones el 17 de mayo de 2012.
Los temas de campaña son los asuntos que más preocupan a los franceses: el desempleo, la inmigración, y la austeridad entre otros.
La última toma de la Bastilla
"¡Resistencia, resistencia!", gritaban los militantes del Frente de Izquierda que acudieron a tomar –metafóricamente– la Bastilla, convocados por Jean-Luc Mélenchon. Candidato a la Presidencia de la República en las próximas elecciones de abril-mayo, con un 11% de intención de voto según el último sondeo de Ifop y subiendo, este eurodiputado y ex ministro socialista de Formación Profesional en el gobierno Mitterrand-Jospin de 2000 a 2002, se ha convertido, a los 61 años, en el político que mejor encarna los valores de la izquierda, dura y sin concesiones, dentro del agitado panorama político galo.
Por eso quizá, a pesar de la lluvia intermitente, decenas de miles de simpatizantes (100.000, según la organización) realizaron ayer a su lado el recorrido que va de la Plaza de la Nación a la de la Bastilla para conmemorar el aniversario del levantamiento de la Comuna de París en 1871. A cinco semanas exactas de los comicios presidenciales, el acto tuvo más de mitin electoral que de acontecimiento historicista.
"Mélenchon es la esperanza de la verdadera izquierda", proclamada entusiasmado el sindicalista de CGT Pascal Petitpierre. Y la artesana Louise Gayerie añadía: “¿Votar a Hollande en le primer turno? Es imposible hacerlo por alguien que va a la City de Londres a decir que no es peligroso. ¡Nosotros sí que somos peligrosos y queremos ir a por las grandes fortunas!".
En el trayecto hasta llegar a esa Plaza de Bastilla donde hace siglos estuvo radicada la siniestra fortaleza-prisión de la monarquía absolutista de Luis XVI y que hoy sirve como punto de reunión para las concentraciones de la izquierda –desde la celebración de la victoria de Mitterrand en 1981 hasta las últimas quedadas de los indignados–, se mezclaban las banderas rojas con pancartas que rezaban 'Viva la Sexta República'. Esa Sexta República "social, laica y ecológica" es uno de los puntos fuertes del programa electoral del FI, que propone una refundación del estado, limitando los poderes ejecutivos del presidente, recuperando el protagonismo de la Asamblea Nacional y el Senado y prestando un interés prioritario a las iniciativas ciudadanas.
Para Mélenchon, el próximo 22 de abril, fecha de la primera cita con las urnas, debería marcar el comienzo de una "insurrección cívica necesaria para el pueblo". Según un reciente estudio de opinión, dos tercios de sus conciudadanos piensan que el candidato revelación de este sufragio "desea realmente cambiar las cosas", pero un 53% lo considera “algo sectario". Para el ex presidente del ultranacionalista Frente Nacional, Jean-Marie le Pen, Mélenchon es “el único que atrona desde la izquierda, ahora que François Hollande [el aspirante del partido Socialista] se ha vuelto socialdemócrata". Mientras que para la dirigente ecologista Cécile Duflot (EELV), el eurodiputado "hace política con retrovisor: la Bastilla, la Comuna, todo muy nostálgico".
"Vencer a la derecha y cambiar la izquierda para cambiar nuestras vidas", rezaba un cartel colocado en la rue du Faubourg Saint-Antoine. Por el momento, Mélenchon puede estar orgulloso de que Sarkozy haya adoptado, quizá sin saberlo, una de sus ideas de campaña: hacer pagar impuestos a los exiliados fiscales si quieren conservar la nacionalidad. Del mismo modo, critica a Hollande por su proyecto de instaurar un IRPF al 75% para aquellos que ganan más de un millón de euros anuales. Él pondría el listón en 360.000 euros. Pero su mayor enemiga es,claro, Marine Le Pen, a quien define como "semi-demente" y con quien no ha querido medirse en un debate televisivo en France 2.
El Mundo
La campaña electoral, suspendida por el ataque de Toulouse
La campaña para las elecciones presidenciales en Francia ha quedado suspendida de facto tras los asesinatos de Toulouse. La emoción y la condena están en boca de todos los candidatos. Es una "tragedia nacional", ha dicho ante representantes de la comunidad judía el presidente francés Nicolas Sarkozy, uno de los primeros en llegar al lugar del ataque. "Estos asesinatos no incumben sólo a la comunidad judía, toda la comunidad nacional está consternada y a vuestro lado. Todo el mundo está conmocionado y mañana, en todos los colegios de Francia, un minuto de silencio recordará a los niños de este colegio".
François Hollande, el candidato socialista y principal rival de Sarkozy, también anuló su agenda de este lunes para viajar a Toulouse, y reclamar una "respuesta común y firme de toda la República" francesa a estos "actos antisemitas". "Cuatro muertos, tres niños, un herido grave. Es una ignominia y yo tenía que estar aquí para expresar mi solidaridad a la ciudad de Toulouse y decir que esto no afecta sólo a un colegio, a los judíos o a una ciudad, sino a Francia en su conjunto", dijo Hollande.
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