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Falleció el actor Jean-Paul Belmondo, ícono del séptimo arte en Francia. Las mejores películas de Jean-Paul Belmondo

 



El actor Jean-Paul Belmondo, ícono del séptimo arte en Francia, falleció este 6 de septiembre a los 88 años. Recordado por su actuación en la legendaria ‘Breathless’ de Jean-Luc Godard, deja una huella de casi medio siglo de cine.

Lo fue todo a la vez: magnífico, timador, animal, incorregible, solitario, bandido... Jean-Paul Belmondo, el as de ases del cine francés en las décadas de los setenta y ochenta, falleció el lunes 6 de septiembre a la edad de 88 años en su residencia en París.

Con su muerte, se dobla una página del séptimo arte. Una página escrita con los nombres más grandes del cine francés: Bourvil, Jean Gabin, Lino Ventura, Alain Delon, Bernard Blier, Catherine Deneuve, Françoise Dorléac, Claudia Cardinale, Anna Karina, con quienes compartió pantalla. Jean-Luc Godard, François Truffaut, Jean-Pierre Melville, Georges Lautner, Henri Verneuil, Alain Resnais, Philipe de Broca, Claude Sautet, Claude Lelouch, con quienes rodó.  

"Se encontraba muy cansado desde hacía tiempo. Murió tranquilamente", declaró su abogado y amigo, Michel Godest. 

"El imperio del león" 

Le agradecemos a Claude Lelouch el haber encontrado la fórmula que mejor resume la carrera del actor. Nacido el 9 de abril de 1933 en la burguesa Neuilly-sur-Seine, Jean-Paul Belmondo creció en una familia de artistas. Su padre, Paul Belmondo, un conocido escultor, y su madre, Sarah Rainaud-Richard, pintora, se esforzaron por interesar a su hijo en el arte. En cuanto a los estudios... Al joven solo le interesaba el deporte, sobre todo el boxeo, que practicaba con asiduidad. A los 16 años fue enviado a Auvernia para curar una infección pulmonar y decidió dedicarse al teatro. 

Jean-Paul Belmondo inició su carrera en las tablas tras cuatro años en el conservatorio junto a, entre otros, Jean Rochefort, Jean-Pierre Marielle y Bruno Cremer. Luego empezó a conseguir pequeños papeles en la pantalla grande. Jean-Luc Godard se fijó en él y le dio un papel en un cortometraje antes de darle su primer papel importante, el del bandido Michel Poiccard en 'Sin aliento'. La película fue un éxito entre la crítica y el público; su consagración. 

Belmondo en 1964 junto a la actriz estadounidense Jean Seberg. AFP/File

Así, Jean-Paul Belmondo interpretó una serie de papeles en la gran pantalla: La Nouvelle Vague (Jean-Luc Godard, Claude Chabrol), el cine italiano (Vittorio De Sica), las películas policíacas (Jean-Pierre Melville) e incluso el cine de aventuras (Philippe de Broca). El actor se adaptó a todos los géneros. Figura de esta nueva generación de actores atractivos  -un estatus que disputaba con Alain Delon -, el actor se codeó entonces con la vieja guardia.

En 1962, el director Henri Verneuil lo contrató para interpretar al legendario Jean Gabin en 'Un singe en hiver', adaptación de culto de una novela de Antoine Blondin. Siete años más tarde, le dio vida a un ladrón de poca monta junto a Bourvil, en el que sería su mayor éxito de taquilla con más de 5,5 millones de entradas vendidas: 'El cerebro', de Gérard Oury. 

Durante años, Jean-Paul Belmondo alternó las películas populares con las de autor, incluso si eso confundía al público en general. En 1969, por ejemplo, los espectadores, acostumbrados a sus papeles de protagonista joven y ligeramente rufián, rechazaron el drama de François Truffaut 'La sirena del Mississippi', en el que interpretaba a un marido maltratado por su esposa, Catherine Deneuve. 

Sin embargo, fue tras el "fracaso" de 'Stavisky' que la carrera del actor dio un giro. Decepcionado por la fría acogida que tuvo la película de Alain Resnais en el Festival de Cannes de 1974, Jean-Paul Belmondo se dedicó a los éxitos de taquilla, que reportaban más entradas. 

'Bébel', el actor doble de riesgo 

Con 'Peur sur la ville', de Henri Verneuil, el actor inauguró una nueva era: la del actor-doble de riesgo, intrépido y temerario.

Durante este periodo de mucha acción, Jean-Paul Belmondo reinó en el cine francés. Productores y directores, conscientes de que solo con su nombre en el cartel podían atraer a millones de espectadores, escribieron papeles para él. 'Bébel', como se le llamaba entonces, acumuló roles principales en películas que mezclaban comedia y acción. Fue a su vez 'El cazador de hombres', 'As de ases', 'Le Professionnel', 'El Marginal', 'El rey del timo'... Aunque el público lo siguió, la crítica se cansó rápidamente de estos productos comerciales repetitivos. 

Jean-Paul Belmondo en Cannes en 1974 por 'Stavisky' de Alain Resnais. © AFP

Tras lesionarse realizando una acrobacia en el rodaje de 'Asalto al banco de Montreal', Belmondo abandonó progresivamente la gran pantalla para dedicarse al teatro, donde interpretó personajes legendarios del repertorio francés, como Cyrano de Bergerac, personaje que lo llevó a realizar una gira internacional. En 1988, al cumplir 30 años, Jean-Paul Belmondo recibió el César al mejor actor por su papel en 'El imperio del león'. 

"¡He aquí el rey!" 

Sus pocas apariciones en el cine ya no atraían a muchos espectadores. Incluso con 'Uno de dos', película que, 28 años después de 'Borsalino', selló su reencuentro con Alain Delon, le costó atraer al público. A partir de la década del 2000, sus problemas de salud lo alejaron gradualmente de su carrera como actor. 

Sin embargo, volvía regularmente a los escenarios, no para actuar, sino para ser homenajeado; como en 2011 en el Festival de Cine de Cannes, donde fue premiado con la Palma de Honor; o en 2013 en el Festival Lumière de Lyon, donde unas 4.500 personas le aclamaron durante una ceremonia para rendirle homenaje.

Entre el público se encontraba el director estadounidense Quentin Tarantino, quien declaró con entusiasmo: "Belmondo no es solo el nombre de una estrella de cine, no es solo el nombre de un hombre, es un verbo que representa la vitalidad, el carisma, una fuerza del espíritu. Representa la ‘supercoolidad’. ¡Eso es lo que significa Belmondo! He aquí el rey". El rey se ha ido, pero su leyenda seguirá viva. Belmondo se puede conjugar en futuro. 

France 24

Las mejores películas de Jean-Paul Belmondo

Fue un icono de la Nouvelle Vague, del cine negro, y acabó convirtiéndose en el héroe de acción más famoso de Francia. Jean-Paul Belmondo actuó en más de 80 películas. Aquí una selección personal de sus diez mejores.

"Sin aliento" de Godard: salto a la fama en 1960

Michel Poiccard, un gángster de poca monta, es sorprendido en un control de velocidad con una limusina de lujo robada. Michel mata al policía y se esconde con la americana Patricia (Jean Seberg). Intenta reunir dinero para huir juntos a Italia. Pero la policía ya lo está persiguiendo. ¿Lo traicionará Patricia? Después de esta película, Belmondo, de sólo 26 años, es una estrella.


Otros caminos con el director Melville: "Léon Morin, sacerdote" (1961)


En la Francia ocupada de los años 40, la comunista Eva (Emmanuelle Riva) conoce al atractivo sacerdote Léon Morin. Tienen muchas conversaciones que finalmente van más allá de las cuestiones de fe: ella se enamora de él. La crítica alabó la película, sobre todo porque el actor principal y el director demostraron que pueden hacer algo más que películas de gángsters.

Homenaje al cine negro: "Pierrot el loco" (1965)


Ferdinand Griffon se aburre en su vida de opulencia. Hasta que se encuentra de nuevo con su ex-novia Marianne. Los dos se fugan, pero se separan. Cuando Ferdinand vuelve a encontrarla al cabo de unas semanas, ella tiene otro amante y parece estar tejiendo una intrigante y mortal red de mentiras y engaños. Una vez más, Jean-Luc Godard dirige.

Una comedia turbulenta: "Las tribulaciones de un chino en China" (1965)


Un joven millonario aburrido quiere quitarse la vida. Cuando el décimo intento de suicidio también fracasa, otra persona toma el asunto en sus manos. Cuando finalmente va a ser asesinado, sus ganas de vivir se despiertan de nuevo. Comienza una persecución salvaje. Al lado de Belmondo en esta turbulenta comedia colabora la actriz suiza Ursula Andress, anteriormente una famosa chica Bond.

Inspirado por Al Capone: "Borsalino" (1970)


En la Marsella de los años 30, se conocen los dos gánsteres Siffredi (Alain Delon) y Capella (Belmondo). Al principio se pelean por una mujer, luego se hacen amigos. Hacen trabajos para los jefes mafiosos locales hasta que ellos mismos quieren llegar a la cima del crimen organizado. Consiguen eliminar a sus competidores y hacerse con el control de Marsella.

"Pánico en la ciudad" (1975)


Un asesino en serie aterroriza París. Sus víctimas son mujeres jóvenes. El inspector Le Tellier se propone atrapar al asesino. Pero tiene una cuenta pendiente con otro gángster, al que persigue al mismo tiempo. Esto facilita que el asesino en serie mate a más mujeres. Un impecable drama de acción con disparos, acrobacias y coches veloces.

Película de agente sin héroe: "El profesional" (1981)


El agente Beaumont debe asesinar a un déspota africano. Antes de que esto ocurra, Francia cambia de opinión y hace que Beaumont sea encarcelado en África. Tras dos años de agonía, escapa y quiere llevar a cabo su misión original en Francia. Quiere vengarse de sus antiguos superiores que le traicionaron en su momento.

Cine de acción magistral: "El marginal" (1983)


El inspector Philippe Jordan persigue a un narcotraficante en Marsella, pero debido a sus idiosincrásicas técnicas de investigación es trasladado a un barrio de prostitutas en París. A partir de ahí, sigue intentando detener al gángster. Por supuesto, todo se desarrolla con todo tipo de tiroteos y comportamientos machistas. Un papel perfecto para Belmondo.

Acción y patriotismo: “Rufianes y tramposos” (1984)


Túnez, 1943: el legionario Augagneur y su compañía deben recuperar para Francia lingotes de oro en una ciudad del desierto tunecino. Durante la operación, la tropa es emboscada por los alemanes. Solo Augagneur y tres compañeros sobreviven. Una vez que los alemanes se han marchado, Augagneur y sus compañeros intuyen su oportunidad: quieren hacerse con el oro y repartirlo entre ellos.

Una avalancha de imágenes con un reparto estelar: “Las cien y una noches” (1995)


Homenaje de la directora Agnes Varda al centenario del cine: para su comedia cargada de citas sobre la historia del cine, Varda pudo reunir ante la cámara a los mejores actores del cine europeo y estadounidense: Gina Lollobrigida, Michel Piccoli y Belmondo (arriba), así como Gérard Depardieu, Harrison Ford, Robert De Niro, Alain Delon, Catherine Deneuve y muchos más.

DW




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