
Alrededor de 10.000 españoles tienen cien años o más, según datos del INE a enero de 2006, y algunos de ellos, a juzgar por sus familiares, tienen mejor salud que sus hijos, casi octogenarios. Hay centenarios «especialmente bien de salud, biológicamente muy fuertes». Son supervivientes de años duros, pero la pérdida de autonomía y la dependencia, la necesidad de una persona que les ayude a mantener una mínima calidad de vida, es muy alta, señala el geriatra Leocadio Rodríguez Mañas.
En España, 7.484.392 personas son mayores de 65 años y la esperanza de vida -83,8 años para las mujeres, las más longevas de Europa, y 77,2 para los hombres- sigue en aumento, por lo que en el futuro será uno de los países más envejecidos del mundo. Uno de cada cuatro mayores podría desarrollar dependencia, y la cifra asciende al 50% entre los de más de 80 años, afirma Rodríguez Mañas, miembro de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG).
El reto es llegar a la vejez en buenas condiciones de autonomía y, según los expertos, el ejercicio físico, la alimentación y mantenerse activo son esenciales para prevenir la dependencia.
Comments