SANTIAGO, 21 jun (IPS) - Los países de América Latina deben desarrollar desde ya sistemas universales de seguridad social para enfrentar el aumento de población mayor de 60 años, que en 2050 será de 189 millones de personas, concluyó un estudio de la ONU dedicado al tema.
"Los países deben empezar a prepararse ya. Si no se toman medidas desde ahora, en 2050 el problema (del envejecimiento de la población) va a ser difícilmente manejable", dijo a IPS el colombiano José Antonio Ocampo, secretario general adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Ocampo presentó este jueves en la capital chilena el "Estudio Económico y Social Mundial 2007. El desarrollo en un mundo que envejece", preparado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA, por sus siglas en inglés).
"Primero, hay que construir sistemas de pensiones viables con cobertura universal para esos 190 millones de personas, segundo, hay que ir adaptando los sistemas de salud para el cuidado de los adultos mayores, y tercero, hay que desarrollar sistemas que permitan a la población mayor estar integrada política y socialmente", indicó.
El estudio estima que la mayoría de los países en desarrollo deben destinar entre 0,5 y dos por ciento de su producto interno bruto (PIB) al financiamiento de pensiones sociales universales para mantener a las personas de edad avanzada alejadas de la pobreza extrema. El costo de sistemas de seguridad social más desarrollados, que cuenten con elementos contributivos, es más alto: entre seis y 10 por ciento del PIB, puntualizó Ocampo.
Según proyecciones de DESA, en 2050 existirán casi 2.000 millones de personas de 60 años o más edad en el mundo, 80 por ciento de las cuales vivirán en países en desarrollo. Dado que América Latina y el Caribe se encuentran todavía en la segunda transición demográfica (reducción de la fecundidad y aumento de los adultos en edad laboral), las proyecciones indican que se pasará de 49 millones de adultos mayores en 2005, que equivalen a 8,8 por ciento de la población total, a 189 millones en 2050, que representarán 24,1 por ciento del total de habitantes.
Los países industriales atraviesan la tercera transición demográfica, que se caracteriza por un largo periodo de descenso de la fertilidad y la mortalidad, por lo que sólo aumenta la proporción de personas de más edad.
Actualmente 80 por ciento de la población mundial no tiene una cobertura de seguridad social, y se prevé que, de no haber un cambio en las políticas, unos 1.200 millones de personas mayores pueden enfrentar inseguridad de ingresos para 2050.
"Nuestras sociedades (latinoamericanas) aún no están plenamente preparadas para abordar los desafíos que derivan del envejecimiento poblacional", afirmó Dirk Jaspers-Faijer, director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
"Los riesgos que provoca el envejecimiento en la economía, la salud y la cultura, se deben más a la inexperiencia y escasa visión de futuro para abordar el tema como un asunto público que preocupe a los Estados, que al proceso de cambio demográfico en sí", remarcó. El informe destaca que el envejecimiento refleja el progreso humano, dado que significa mayor longevidad y menor mortalidad, y debe considerarse una oportunidad para incorporar activamente a los adultos mayores a la sociedad, pero a la vez implica importantes desafíos.
Fuente IPS
"Los países deben empezar a prepararse ya. Si no se toman medidas desde ahora, en 2050 el problema (del envejecimiento de la población) va a ser difícilmente manejable", dijo a IPS el colombiano José Antonio Ocampo, secretario general adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Ocampo presentó este jueves en la capital chilena el "Estudio Económico y Social Mundial 2007. El desarrollo en un mundo que envejece", preparado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA, por sus siglas en inglés).
"Primero, hay que construir sistemas de pensiones viables con cobertura universal para esos 190 millones de personas, segundo, hay que ir adaptando los sistemas de salud para el cuidado de los adultos mayores, y tercero, hay que desarrollar sistemas que permitan a la población mayor estar integrada política y socialmente", indicó.
El estudio estima que la mayoría de los países en desarrollo deben destinar entre 0,5 y dos por ciento de su producto interno bruto (PIB) al financiamiento de pensiones sociales universales para mantener a las personas de edad avanzada alejadas de la pobreza extrema. El costo de sistemas de seguridad social más desarrollados, que cuenten con elementos contributivos, es más alto: entre seis y 10 por ciento del PIB, puntualizó Ocampo.
Según proyecciones de DESA, en 2050 existirán casi 2.000 millones de personas de 60 años o más edad en el mundo, 80 por ciento de las cuales vivirán en países en desarrollo. Dado que América Latina y el Caribe se encuentran todavía en la segunda transición demográfica (reducción de la fecundidad y aumento de los adultos en edad laboral), las proyecciones indican que se pasará de 49 millones de adultos mayores en 2005, que equivalen a 8,8 por ciento de la población total, a 189 millones en 2050, que representarán 24,1 por ciento del total de habitantes.
Los países industriales atraviesan la tercera transición demográfica, que se caracteriza por un largo periodo de descenso de la fertilidad y la mortalidad, por lo que sólo aumenta la proporción de personas de más edad.
Actualmente 80 por ciento de la población mundial no tiene una cobertura de seguridad social, y se prevé que, de no haber un cambio en las políticas, unos 1.200 millones de personas mayores pueden enfrentar inseguridad de ingresos para 2050.
"Nuestras sociedades (latinoamericanas) aún no están plenamente preparadas para abordar los desafíos que derivan del envejecimiento poblacional", afirmó Dirk Jaspers-Faijer, director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
"Los riesgos que provoca el envejecimiento en la economía, la salud y la cultura, se deben más a la inexperiencia y escasa visión de futuro para abordar el tema como un asunto público que preocupe a los Estados, que al proceso de cambio demográfico en sí", remarcó. El informe destaca que el envejecimiento refleja el progreso humano, dado que significa mayor longevidad y menor mortalidad, y debe considerarse una oportunidad para incorporar activamente a los adultos mayores a la sociedad, pero a la vez implica importantes desafíos.
Fuente IPS
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