Parece anecdótico recordar paseos, caminatas o travesías hacia ríos, lagunas o bosques cercanos al hogar. Hoy, cuando en distintos territorios de Chile la sequía y el extractivismo han modificado para siempre el paisaje medioambiental, la lucha por la protección y preservación del ecosistema aparece como prioridad número uno en materia de cambios políticos, económicos, culturales y educativos que urgentemente se deben implementar, ahora que el país está por decidir nuevas formas de vivir en comunidad y relacionarnos con el entorno.
La quebrada Monte Lorenzo, ubicada en el sector de Zúñiga de San Vicente de Tagua Tagua, todavía guarda esa armonía natural que sobrecoge. La música que brota del movimiento del agua, del trinar de las aves o del viento que se cuela para cantar entre los árboles parece resistirse a la basura que “lo humano” ha ido acumulando en el lugar.
Vecinos y vecinas del sector, como en tantas otras partes de Chile, están determinados a proteger esos pulmones verdes que todavía permiten la vida humana, tal y como ocurre en la Quebrada Monte Lorenzo. Y ustedes, ¿qué lugares naturales recuerdan que todavía existan o que ya hayan sido depredados por la voracidad del sistema?
UPLA
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