Informe desde París: así transcurrió el primer día del mayor juicio en la historia de Francia. Desafiante declaración de Salah Abdeslam, principal acusado de los atentados
Desafiante, con una camiseta negra y una barba de inspiración salafista. Así fue como se presentó Salah Abdeslam, de 31 años, a la primera audiencia del juicio por los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París y Saint-Denis, conocidos por la matanza en la sala Bataclan entre otros ataques en la capital francesa.
Un total de 130 personas murieron y más de 400 resultaron heridas en unos atentados de los que solo Abdeslam queda vivo entre los supuestos autores materiales. En el momento de ser interrogado sobre su identidad, el acusado afirmó que “no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”.
Al ser preguntado por su trabajo, respondió de forma tajante y desafiante: "He abandonado cualquier profesión para convertirme en un combatiente del Estado Islámico". Abdeslam tampoco quiso facilitar la identidad de sus progenitores.
Victor Edou, abogado de ocho supervivientes del Bataclan, dijo que la declaración de Abdeslam fue "muy violenta".
"Algunos de mis clientes no están muy bien... después de escuchar una declaración que tomaron como una nueva amenaza directa", afirmó. "Va a ser así durante nueve meses", agregó Edou.
Otros supervivientes, sin embargo, aseguraron no tener miedo de sus palabras. "La Justicia francesa está acostumbrada a las provocaciones de los terroristas desde hace décadas. Es una forma de eludir sus responsabilidades", aseguró Arthur Dénouveaux, presidente de Life for Peace, una de las asociaciones que se constituyeron para defender los intereses de las víctimas.
Otros 14 acusados sentados en el banquillo
Junto a Abdeslam, fueron 14 los acusados en el juicio. Todos ellos fueron igualmente cuestionados sobre sus identidades y todos ellos respondieron. Ninguno hizo declaraciones en mención a la religión.
De estos 14 hombres, 11 están encarcelados y otros tres permanecen bajo vigilancia policial. Con los hechos que se les acusa, muchos de ellos podrían enfrentar cadena perpetua.
Otras seis personas están acusadas en el juicio y serán juzgadas en ausencia. Se cree que cinco de ellos murieron en ataques de la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico en Siria e Irak. De entre ellos, la principal figura era Oussama Atar, presunto ordenante de estos atentados y los perpetrados en el aeropuerto y en el metro de Bruselas el 22 de marzo de 2016.
Se espera que el juicio dure en torno a nueve meses y estén involucrados cerca de 1.800 demandantes y más de 300 abogados en lo que el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, calificó de "maratón judicial sin precedentes". El juez principal del tribunal, Jean-Louis Peries, dijo que era un juicio “histórico” por “la intensidad dramática” de los hechos juzgados.
Seguridad extrema en el Palacio de Justicia
"La amenaza terrorista en Francia es alta, especialmente en momentos como el juicio de los atentados", dijo el ministro del Interior, Gerald Darmanin a la radio 'France Inter'. Por ello se han extremado las medidas de seguridad ante el Palacio de Justicia de París en el que tiene lugar el juicio.
La policía ha instaurado un perímetro de seguridad en toda la manzana del edificio, en la que la circulación queda prohibida excepto para las personas acreditadas para el juicio, incluidos periodistas de 141 medios franceses y extranjeros. A la entrada del complejo se han instaurado nuevos arcos de seguridad que se suman a los ya existentes.
Los acusados, además, testificaron detrás de un tabique de cristal en una sala que ha sido construida especialmente para el juicio, que en esta primera semana se va a dedicar a cuestiones de procedimiento y a la lectura de un resumen del sumario que consta de cerca de un millón de páginas.
Con EFE y Reuters.
France 24
Comments