El pingüino emperador de 10 meses de edad hallado esta semana en una playa de Nueva Zelanda se recupera en un barreño de hielo tras haber sido sometido a dos operaciones en un zoológico de Wellington.
El pequeño pingüino emperador apareció hace unos días en Nueva Zelanda, a unos 6400 kilómetros de la Antártida, el hábitat natural de esta especie. Se cree que el ave se perdió tras adentrarse demasiado en el océano en busca de comida. Cuando encontraron a tan exótico visitante, los especialistas advirtieron a la gente que no lo alimentaran. Sin embargo, pese a todas las precauciones, no pudieron evitar que enfermara. Los veterinarios creen que se indispuso después de comer demasiada arena que supuestamente confundió con nieve, que es lo que comen los pingüinos para hidratarse.
Los veterinarios cubren de atenciones al joven pingüino y esperan que se mejore. Sin embargo, su estado aún es grave, y puede que necesite más operaciones. Si sobrevive, lo devolverán a la Antártida, ya que esta especie no puede adaptarse a un clima como el de Nueva Zelanda. Un empresario local ya se ha ofrecido a llevar de vuelta al emperador a su 'reino de hielo'.
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