El cuadro que cambió el mercado del arte en el 98 podría haber sido vendido por 250 millones de dólares
No hizo tanto ruido como el «Salvator Mundi», que sacudió con su precio a la opinión internacional, pero la víspera de Navidad podría haber escondido otro movimiento millonario en el mundo del arte. Se sospecha que la obra «Marilyn Naranja», de Andy Warhol, ha sido vendida por un total de 250 millones de dólares. Al menos, eso cuenta el periodista especializado en arte Josh Baer, que asigna el rumor a los círculos más selectos del mercado.
El supuesto nuevo propietario del cuadro sería Kenneth Griffin, inversor y uno de los compradores de arte más activos del mundo. Ya en 1999 pagó una cifra récord por un Cézanne –60 millones de dólares– y en octubre de 2006 desembolsó 80 millones de dólares por una obra de Jasper Johns («False Start»), que pertenecía al cofundador de Dreamworks, David Geffen.
Sin embargo, Baer sostiene que de haber pagado 250 millones por la obra de Warhol, esta compra sería para Griffin una completa ganga. ¿Por qué? Porque se se trata de un cuadro que, hace ahora 20 años, cambió el mercado del arte, según señala la revista «Art Market Monitor».
Una subasta histórica
En mayo 1998 la obra se vendió en Sotheby’s por 17,3 millones de dólares. La cifra hoy nos parece baja –todo se ve muy pequeño si se mira desde las cumbres de Da Vinci–, pero en su momento se convirtió en el precio más alto que alguien había pagado por un Warhol. De hecho, la casa de subastas apenas auguraba un precio de 6 millones en sus más optimistas predicciones.
En efecto, la venta fue toda una sorpresa. La crónica del «The New York Times» de entonces lo narraba así: «Dos compradores telefónicos no identificados lucharon en una batalla tensa, y cuando terminó, la concurrida sala de ventas estalló en un estruendoso aplauso». Aquella se convirtió en la subasta de arte contemporáneo más importante de la década para Sotheby’s, que sumó 35,7 millones de dólares en ventas.
Tal y como cuenta el mismo el mismo diario, «Marilyn Naranja» fue pintada por Warhol en 1964. El artista utilizó como plantilla una imagen de la película «Niagara», con la que alumbró cinco retratos de la actriz, todos en un formato cuadrado de 1x1 metros y en colores distintos: rojo, naranja, azul claro, azul grisáceo y turquesa.
Hasta entonces, ninguna de esas obras había superado los 6 millones de dólares. ¿Por qué, entonces, la naranja reventó aquella subasta? Aunque algunos señalan que el naranja es sin duda el retrato «más sexy» (eso dijo un especialista de arte contemporáneo de Sotheby’s a a pesar de hablar de una obra hecha en serie), parte de la razón de su éxito está en su procedencia, en su linaje. En el 98, el cuadro fue vendido por un descendiente del alemán Karl Stroher de Darmstadt, uno de los primeros europeos en adquirir arte pop estadounidense. A su vez, Stroher se lo había comprado a Leon Kraushar, que en la década de los 60 era un coleccionista de arte pop profundamente respetado.
Quizás iluminado por este pedigrí, o por el atractivo anaranjado de Monroe, aquella venta no fue ninguna locura para Tobias Meyer, director de arte contemporáneo de Sotheby’s y responsable de la subasta en cuestión. Al ser preguntado por el desembolso, este se mostró tan tajante como premonitorio: «Ha sido una compra acertada. Pronto valdrá tanto como un Picasso o cualquier obra histórica de este siglo». A lo mejor se quedó corto. De cumplirse los rumores, ni las «Mujeres de Argel» le harían sombra a Marilyn.
ABC
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