Bienvenida mezclada con advertencias para quienes llegan a Heathrow. En el aeropuerto londinense, los viajeros tienen que rellenar un formulario cuando desembarquen en el que deben indicar dónde permanecerán aislados durante los próximos catorce días. Aquellos que no cumplan con esta medida podrían enfrentarse a una cuantiosa multa.
"Este trámite, probablemente, debería haberse puesto en práctica antes. Creo que es una medida que llega con mucho retraso. Me pregunto cómo van a hacer que se cumpla. Siento que no parece muy realista que puedan controlar a toda la gente que viene", declara una de las viajeras que ha llegado a Heathrow.
Esta es un medida que ha creado una gran controversia y cuenta con muchos detractores entre los grandes empresarios del sector turístico y los jefes de las aerolíneas.
"Quienes llegan a los aeropuertos del Reino Unido rellenan el formulario con una dirección falsa y un número de teléfono falso. Y luego las autoridades les permiten viajar en los transportes públicos y privados de Londres para ir a supermercados, a la playa, a campos de golf... No es una cuarentena. Se trata de una broma. El Ministerio del Interior admite que es inaplicable. Es impopular y completamente ineficaz. Es una maniobra diseñada para ocultar que, ni los mismos políticos, son capaces de respetar las restricciones", declara Michael O'Leary, jefe ejecutivo de Ryanair.
Ryanair, easyJet y British Airways han unido sus fuerzas para tratar de obligar al Gobierno a levantar la cuarentena. Una medida que forma parte de una controvertida serie de acciones que ha socavado la respuesta del Gobierno a la crisis sanitaria. El Reino Unido tiene el mayor número de muertes por coronavirus en Europa.
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