Nueva Zelanda se declara libre del coronavirus. Setenta y cinco días después de declarar el nivel máximo de alerta por la pandemia (pese a tener muy pocos casos), el país oceánico anuncia que no queda ningún contagiado por covid-19 en su territorio y que, por tanto, los ciudadanos pueden retomar su vida cotidiana de antes de la crisis.
Para la primera ministra, Jacinda Ardern, la prioridad ahora es evitar que el virus vuelva a colarse en Nueva Zelanda.
"Esta libertad de restricciones depende en gran medida de que nuestros controles fronterizos consigan mantener el virus fuera. Pero debemos ser conscientes de la situación global y de la dura realidad de que el virus estará en nuestro mundo durante algún tiempo".
La gestión de Jacinta Ardern ha sido alabada internacionalmente. Nueva Zelanda ha registrado poco más de 1100 casos y 22 fallecidos. Las medidas de restricción, unas de las más estrictas implementadas en el mundo, han permitido al país controlar la propagación del virus.
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