Unos no salen de su asombro, otros afirman que es un escándalo. Las reacciones se multiplican después de que la Confederación Sudamericana de Fútbol haya encargado a Brasil organizar la Copa América de fútbol, pese a ser uno de los países más golpeados del mundo por la pandemia.
"Sudamérica brillará en Brasil con todas sus estrellas" anuncia la Conmebol en un comunicado, en el que además agradece al presidente Jair Bolsonaro abrir las puertas al que define como "el evento deportivo más seguro del mundo".
Brasil, tras la retirada de Colombia y Argentina
La Copa América, anulada el año pasado, se ha convertido en una patata caliente que pasa de mano en mano. Primero Colombia renunció a acoger la competición por el estallido social en el país y después Argentina, debido a la situación sanitaria, cuando solo quedaban dos semanas para que comenzara.
Por eso la elección ahora de Brasil resulta tan sorprendente. El opositor Partido de los Trabajadores de Lula da Silva ha tachado la decisión de "increíble". "En plena pandemia y con la llegada de la tercera ola", clama en las redes sociales la presidenta del PT, Gleisi Hofmann.
Ya hay quien amenaza con presentar una demanda ante la Corte Suprema contra Bolsonaro por dar el visto bueno a esta competición, en un país en el que el coronavirus ya ha dejado más de 460 000 muertos.
Euronews
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