En Madagascar, 1,5 millones de personas sufren una grave crisis alimentaria y varias decenas de personas ya han muerto de hambre. Una sequía sin precedentes, que azotó el sur de la isla en los últimos años y destruyó casi todos los cultivos, es la principal responsable. Mientras el Programa Mundial de Alimentos de la ONU solicita una ayuda de emergencia de 62,45 millones de euros, nuestra corresponsal Gaëlle Borgia viajó a Anosy, la región más afectada por la crisis.
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