Recordando a la revista ANTEOJITO, que nació en Buenos Aires, un día como hoy pero del año 1964. Su fundador y director también nació un 8 de octubre pero del año 1929
Anteojito fue una revista de extraordinaria perduración, que alcanzó los 1925 números. El primero apareció en octubre de 1964; el último, en los convulsionados días de diciembre de 2001. Durante esos 37 años llegaría a convertirse en un fenómeno cultural, gracias a una expansión por múltiples medios de comunicación masivos. Su director fue el dibujante español Manuel García Ferré, nacido en Almería en 1929. Provenía de una familia antifranquista, que, como tantas, buscó refugio en Argentina tras las secuelas de la Guerra Civil en 1947. Al comienzo de su carrera, el joven García Ferré realizó cortometrajes en 16 mm y, desde 1952, publicó Pi-Pío, su primera historieta en Billiken, la revista infantil más importante de su tiempo. Entre tanto, cursaba estudios de arquitectura, sin llegar a recibirse, y empezó a colaborar en agencias de publicidad, para las cuales realizó comerciales con dibujos animados que tuvieron mucha repercusión: “Cansado de hacer tantos jingles comerciales -cuenta García Ferré-, decidí hacer una historieta que en función de cada argumento promocionara diferentes productos. Por lo tanto, busqué dos personajes que ocuparan una franja comercial que fuera desde la línea infantil hasta la adulta. Así nacieron el sobrino Anteojito y su tío Antifaz, que vivían aventuras. (…) Fue todo un éxito. Salió en Canal 9 durante seis años. Fue tan popular el personaje de Anteojito que decidimos sacar una revista de entretenimientos con su nombre. Después decidimos transformarla en una revista didáctica”.
Para el proyecto, García Ferré se asoció al mítico editor Julio Korn, quien había formado por entonces uno de los mayores grupos editoriales del país, con publicaciones semanales muy populares como Radiolandia, Antena, TV Guía, Vosotras, Goles y Mengano. Como señala Raúl Manrupe, en sus mejores tiempos Anteojito, llegó a tirar unos setecientos mil ejemplares por semana y superó a las revistas de la competencia. Fue una propuesta destinada al público infantil de distintas edades, según una enunciación explícita que dividía los contenidos en dos áreas: Para Entretener / Para Estudiar, como puede verse en el anuncio del nº 121. Sin embargo, las fronteras entre ambas áreas no siempre fueron claras, y algunas de las ficciones no estuvieron exentas de espíritu didáctico, así como los juegos, las figuritas, los dibujos para colorear y los modelos para armar. “El Club de Anteojito y Antifaz” daba cuenta de las actividades del programa de TV del mismo nombre. El “material escolar” creció con el correr del tiempo. Lo mismo sucedió con los contenidos gráficos, fotonovelas, fábulas y relatos clásicos ilustrados y, en especial, historietas, que fueron sumándose cada vez más debido al éxito y el consiguiente aumento del número de páginas.
Al principio, pocos trabajos aparecían acreditados; después, los colaboradores adquirieron mayor reconocimiento: Carlos Casalla, Hugo Csecs, Jaime J. Gelabert, Pedro Kröpfl, José Luis Lanuza, Oswal, Carlos Rainieri, Susana Read, José Luis Salinas, Carlos Trillo, José Vidal Dávila, entre muchos otros.
La galería de creaciones de García Ferré es casi interminable: Pi-Pío, Paco Pum, Calculín, Ovidio, Anteojito, Antifaz, Hijitus, Pichichus, el Profesor Neurus, Trucu, Pucho, Serrucho y Larguirucho, Gold Silver, Oaky, La Bruja Cachavacha, el Boxitracio, el comisario y el Cabo Lopecito, Raimundo, las señoras del Patronato de la Infancia, Dedo Negro, Petete y Trapito, Salapín, Murrungato, Pintín, Ico, y tantos otros. Villa Leoncia primero, y Trulalá después, fueron sitios imaginarios que se convirtieron en universos de ficción, cercanos a lo que en la actualidad se llama narrativas transmedia. Con esos elementos su autor desarrolló una empresa exitosa, García Ferré Producciones, que incluía programas de televisión, películas de corto y largometraje, espectáculos de circo, revistas, fascículos, libros y una gran variedad de merchandising: juguetes, discos, golosinas, figuritas, prendas de vestir, artículos de tocador y bazar.
El cierre de Anteojito se produjo durante la crisis económica de 2001; su último número traía una carta de despedida firmada por García Ferré, donde se dirigía a sus “queridos lectores”: “Hemos compartido durante 37 años ininterrumpidos la alegría de ofrecer estas páginas a generaciones de niños, hoy padres, maestros y actuales lectores. Ha sido un tiempo de fecundo diálogo a lo largo del cual hemos crecido juntos. Pero las actuales circunstancias determinan ahora el tiempo de despedirnos. La intensa y rica trayectoria cumplida nos entibia el corazón. Sabemos que la huella de nuestro paso por el mundo de los niños permanecerá en el recuerdo”.
Revista Anteojito
Fundador y director: Manuel García Ferré
Fechas de publicación: 8 de octubre de 1964–28 de diciembre de 2001
Cantidad de números: 1925, con frecuencia semanal
Lugar de edición: Ciudad de Buenos Aires
Dimensiones: 33×23 cm
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