México. Las mujeres adultas mayores viven en soledad la última etapa de su vida
Durante la Sexta Reunión de Instituciones de Asistencia Privada en el Rubro de Atención a las Personas Adultas Mayores, el Ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza Longoria, señaló que 3 de cada 4 hombres adultos mayores en el Distrito Federal contaba con una pareja en el 2000 (69% casados y 6% en unión libre), mientras que sólo 37% de las mujeres se encontraba en esa situación (35% casadas y 2% en unión libre).
Al denunciar la desigualdad que padecen las mujeres adultas mayores en la ciudad de México, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza Longoria, aseveró que este sector vive en soledad la última etapa de su vida porque 66% no tiene pareja.
Durante la Sexta Reunión de Instituciones de Asistencia Privada en el Rubro de Atención a las Personas Adultas Mayores, señaló que 3 de cada 4 hombres adultos mayores en el Distrito Federal contaba con una pareja en el 2000 (69% casados y 6% en unión libre), mientras que sólo 37% de las mujeres se encontraba en esa situación (35% casadas y 2% en unión libre).
"En muchas ocasiones los hombres rehacen su vida, las mujeres no. Eso significa que las mujeres viven en mayor soledad la última etapa de su vida. Viven más años, ayudan a los hombres, pero ellos no las apoyan", enfatizó.
En presencia del Presidente de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal (JAPDF), Rogelio Juan Casas Alatriste Urquiza, y del Consejero Representante del Rubro de Adultos Mayores de la JAPDF, Klaus Boker Trauwitz, insistió en la urgencia de políticas públicas con enfoque de derechos humanos porque mujeres y hombres adultos mayores no enfrentan los mismos problemas: "No se trata de una agenda de revancha sino de entender la realidad tal y como es: sin disfraces".
Al referirse al tema de la residencia, indicó que en el 2000 una cuarta parte de los hogares de esta ciudad tenía como integrante a una persona adulta mayor. Explicó que 5% de los hogares estaba habitado únicamente por este sector, del cual 71% contaba con vivienda propia, en su mayoría los hombres.
"Las mujeres adultas mayores se enfrentan a una situación de inseguridad jurídica. Es crítico porque no se hacen testamentos y llegan terceros que se apropian del patrimonio de la mujer. Por ejemplo, hijos e hijas que consideran que el patrimonio no es de la madre sino de ellos y entonces hacen el favor de tenerlas 'en su casa' en condiciones de absoluta indignidad: debajo de las escaleras o en el lugar más alto de la casa".
El Presidente de la CDHDF llamó a promover la cultura de la seguridad jurídica para que las personas adultas mayores no enfrenten en situación de vulnerabilidad esta etapa de la vida. Significa, dijo, realizar testamentos, documentos de voluntad y reafirmar el pacto jurídico porque no siempre es suficiente la declaratoria de amor de hijos e hijas a madres y padres.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), sostuvo que 45% de la población adulta mayor en el 2000 no contaba con algún tipo de transferencia monetaria que le brindara seguridad económica. Lo que sucede es un proceso de empobrecimiento de los adultos mayores, alertó.
Entre los grupos de población que por sus características padecen mayor discriminación se encuentran las personas adultas mayores. "Por ejemplo, por la edad no consiguen trabajo. Si se dificulta el derecho al trabajo, se deriva toda una serie de afectaciones a otros derechos como el acceso a los servicios de salud; etapa de la vida en la que más se necesitan".
El Ombudsman capitalino indicó que a nivel mundial la esperanza de vida pasó de 45 años en el quinquenio 1950-1955, a 65 años en 2000-2005, lo cual manifiesta un crecimiento de 20 años en este lapso. Se espera, dijo, que las personas que nazcan en 2045-2050 tengan una esperanza de vida de 75 años.
En 1970, aseveró, había en México 2.7 millones de personas con más de 60 años, para el 2000 este grupo de población llegó a casi 7 millones, en 30 años creció más del doble. Estimó que para el año 2050 habrá más de 36 millones de adultos mayores en nuestro país, lo cual implicará una serie de enormes desafíos porque no sólo seremos más personas, sino que viviremos más tiempo.
"En 1970 había 2.7 millones de personas, para el 2050 se va a multiplicar casi por 12. Quiere decir que como sociedad tenemos que preparar las condiciones para enfrentar en el futuro ese crecimiento poblacional. Así como en su momento la sociedad se preparó y construyó guarderías, escuelas, secundarias y universidades, ahora tenemos que prepararnos para construir hospitales, albergues, centros de días, formas especialistas, médicos y psicólogos para atender a esa población. Hoy por hoy eso no existe".
Álvarez Icaza Longoria enfatizó que el principal desafío es multiplicar por 15 lo que tenemos en la actualidad: "Quiere decir que si tenemos 50 instituciones de asistencia privada, tenemos que multiplicarlo por 15. Albergues, camionetas, médicos y personal, se deben multiplicar por 15, ese es el tamaño del desafío si queremos mantener el nivel de hoy. Si queremos mejorar tenemos que multiplicar por 20 o 30. En ese sentido se debe apelar a las capacidades instaladas del Estado".
El Presidente de la CDHDF advirtió que de no atender estos desafíos habrá una situación dramática porque esa problemática será resuelta de facto: "Generalmente cuando las cosas se resuelven de facto, las condiciones imperantes en la sociedad salen a flote, como lo es la discriminación".
Destacó que este tema es de los más desafiantes porque México vive un proceso de transformación social acelerado ante el cambio generacional. Si no se pone en el centro de la discusión el concepto de la dignidad humana como espacio de inclusión habrá serias dificultades, recalcó.
"Si tenemos ancianas y ancianos felices entonces se puede considerar que tenemos una sociedad desarrollada y civilizada. Si tenemos personas que llegan a esa etapa de la vida en situación de riego o vulnerabilidad, se puede conocer el atraso de nuestra sociedad".
En tanto, el Presidente de la JAPDF, Rogelio Juan Casas Alatriste Urquiza, destacó el compromiso de las organizaciones por atender las necesidades de este sector y por velar por sus derechos.
"Se requiere fortalecer el trabajo de las instituciones privadas para generar sinergias porque se está transformando la pirámide poblacional del país y aumentará el número las personas adultas mayores", comentó.
El Consejero Representante del Rubro de Adultos Mayores de la JAPDF, Klaus Boker Trauwitz, señaló que las instituciones de asistencia privada en muchas ocasiones sustituyen a los núcleos familiares en el cuidado de las y los adultos mayores porque ya no hay espacio para ellas y ellos: "Muchas veces sufren abandono, maltrato y enfermedades".
Afirmó que el mayor reto de estas instituciones es brindar un trato digno y respetuoso a las personas adultas mayores: protección física e integridad moral, vivienda segura e higiénica, alimentación sana y balanceada, servicios de salud, y participación en la vida social.
RLG
Durante la Sexta Reunión de Instituciones de Asistencia Privada en el Rubro de Atención a las Personas Adultas Mayores, el Ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza Longoria, señaló que 3 de cada 4 hombres adultos mayores en el Distrito Federal contaba con una pareja en el 2000 (69% casados y 6% en unión libre), mientras que sólo 37% de las mujeres se encontraba en esa situación (35% casadas y 2% en unión libre).
Al denunciar la desigualdad que padecen las mujeres adultas mayores en la ciudad de México, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza Longoria, aseveró que este sector vive en soledad la última etapa de su vida porque 66% no tiene pareja.
Durante la Sexta Reunión de Instituciones de Asistencia Privada en el Rubro de Atención a las Personas Adultas Mayores, señaló que 3 de cada 4 hombres adultos mayores en el Distrito Federal contaba con una pareja en el 2000 (69% casados y 6% en unión libre), mientras que sólo 37% de las mujeres se encontraba en esa situación (35% casadas y 2% en unión libre).
"En muchas ocasiones los hombres rehacen su vida, las mujeres no. Eso significa que las mujeres viven en mayor soledad la última etapa de su vida. Viven más años, ayudan a los hombres, pero ellos no las apoyan", enfatizó.
En presencia del Presidente de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal (JAPDF), Rogelio Juan Casas Alatriste Urquiza, y del Consejero Representante del Rubro de Adultos Mayores de la JAPDF, Klaus Boker Trauwitz, insistió en la urgencia de políticas públicas con enfoque de derechos humanos porque mujeres y hombres adultos mayores no enfrentan los mismos problemas: "No se trata de una agenda de revancha sino de entender la realidad tal y como es: sin disfraces".
Al referirse al tema de la residencia, indicó que en el 2000 una cuarta parte de los hogares de esta ciudad tenía como integrante a una persona adulta mayor. Explicó que 5% de los hogares estaba habitado únicamente por este sector, del cual 71% contaba con vivienda propia, en su mayoría los hombres.
"Las mujeres adultas mayores se enfrentan a una situación de inseguridad jurídica. Es crítico porque no se hacen testamentos y llegan terceros que se apropian del patrimonio de la mujer. Por ejemplo, hijos e hijas que consideran que el patrimonio no es de la madre sino de ellos y entonces hacen el favor de tenerlas 'en su casa' en condiciones de absoluta indignidad: debajo de las escaleras o en el lugar más alto de la casa".
El Presidente de la CDHDF llamó a promover la cultura de la seguridad jurídica para que las personas adultas mayores no enfrenten en situación de vulnerabilidad esta etapa de la vida. Significa, dijo, realizar testamentos, documentos de voluntad y reafirmar el pacto jurídico porque no siempre es suficiente la declaratoria de amor de hijos e hijas a madres y padres.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), sostuvo que 45% de la población adulta mayor en el 2000 no contaba con algún tipo de transferencia monetaria que le brindara seguridad económica. Lo que sucede es un proceso de empobrecimiento de los adultos mayores, alertó.
Entre los grupos de población que por sus características padecen mayor discriminación se encuentran las personas adultas mayores. "Por ejemplo, por la edad no consiguen trabajo. Si se dificulta el derecho al trabajo, se deriva toda una serie de afectaciones a otros derechos como el acceso a los servicios de salud; etapa de la vida en la que más se necesitan".
El Ombudsman capitalino indicó que a nivel mundial la esperanza de vida pasó de 45 años en el quinquenio 1950-1955, a 65 años en 2000-2005, lo cual manifiesta un crecimiento de 20 años en este lapso. Se espera, dijo, que las personas que nazcan en 2045-2050 tengan una esperanza de vida de 75 años.
En 1970, aseveró, había en México 2.7 millones de personas con más de 60 años, para el 2000 este grupo de población llegó a casi 7 millones, en 30 años creció más del doble. Estimó que para el año 2050 habrá más de 36 millones de adultos mayores en nuestro país, lo cual implicará una serie de enormes desafíos porque no sólo seremos más personas, sino que viviremos más tiempo.
"En 1970 había 2.7 millones de personas, para el 2050 se va a multiplicar casi por 12. Quiere decir que como sociedad tenemos que preparar las condiciones para enfrentar en el futuro ese crecimiento poblacional. Así como en su momento la sociedad se preparó y construyó guarderías, escuelas, secundarias y universidades, ahora tenemos que prepararnos para construir hospitales, albergues, centros de días, formas especialistas, médicos y psicólogos para atender a esa población. Hoy por hoy eso no existe".
Álvarez Icaza Longoria enfatizó que el principal desafío es multiplicar por 15 lo que tenemos en la actualidad: "Quiere decir que si tenemos 50 instituciones de asistencia privada, tenemos que multiplicarlo por 15. Albergues, camionetas, médicos y personal, se deben multiplicar por 15, ese es el tamaño del desafío si queremos mantener el nivel de hoy. Si queremos mejorar tenemos que multiplicar por 20 o 30. En ese sentido se debe apelar a las capacidades instaladas del Estado".
El Presidente de la CDHDF advirtió que de no atender estos desafíos habrá una situación dramática porque esa problemática será resuelta de facto: "Generalmente cuando las cosas se resuelven de facto, las condiciones imperantes en la sociedad salen a flote, como lo es la discriminación".
Destacó que este tema es de los más desafiantes porque México vive un proceso de transformación social acelerado ante el cambio generacional. Si no se pone en el centro de la discusión el concepto de la dignidad humana como espacio de inclusión habrá serias dificultades, recalcó.
"Si tenemos ancianas y ancianos felices entonces se puede considerar que tenemos una sociedad desarrollada y civilizada. Si tenemos personas que llegan a esa etapa de la vida en situación de riego o vulnerabilidad, se puede conocer el atraso de nuestra sociedad".
En tanto, el Presidente de la JAPDF, Rogelio Juan Casas Alatriste Urquiza, destacó el compromiso de las organizaciones por atender las necesidades de este sector y por velar por sus derechos.
"Se requiere fortalecer el trabajo de las instituciones privadas para generar sinergias porque se está transformando la pirámide poblacional del país y aumentará el número las personas adultas mayores", comentó.
El Consejero Representante del Rubro de Adultos Mayores de la JAPDF, Klaus Boker Trauwitz, señaló que las instituciones de asistencia privada en muchas ocasiones sustituyen a los núcleos familiares en el cuidado de las y los adultos mayores porque ya no hay espacio para ellas y ellos: "Muchas veces sufren abandono, maltrato y enfermedades".
Afirmó que el mayor reto de estas instituciones es brindar un trato digno y respetuoso a las personas adultas mayores: protección física e integridad moral, vivienda segura e higiénica, alimentación sana y balanceada, servicios de salud, y participación en la vida social.
RLG
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