En los últimos 200 años se incrementó el número de adultos mayores en el mundo, pero ha sido en los últimos decenios cuando se ha disparado esta tendencia en México, la cual va a la alza.
De acuerdo con Roberto Ham Chande, investigador del Colegio de la Frontera Norte, en México el crecimiento ha sido muy acelerado, ya que en 1930 cuatro por ciento de las muertes era de personas mayores de 75 años, mientras que en el año 2000 el 40 por ciento de los decesos fueron de mayores de esa edad, y se espera que en 2040 el porcentaje se incremente al 70 por ciento del total de las muertes.
En la conferencia “Prospectivas del envejecimiento en México: escenarios esperados y diseño de políticas”, dentro del marco del Encuentro Binacional de Gerontología que concluyó hoy, en el ITESO, el conferenciante indicó que hay una serie de determinantes demográficas en el envejecimiento de la población como lo son una esperanza de vida más alta, la estabilización de la tasa de mortalidad en edades muy avanzadas -hay una edad máxima certificada de 122 años- y la perspectiva de que en no mucho tiempo se verán con cierta frecuencia adultos centenarios y supercentenarios (110 años).
Esto se debe, dijo, a factores que van desde la ocupación, el ingreso y la escolaridad, hasta los ámbitos social y familiar, así como los hábitos de salud. Dichos factores han traído un aumento en la esperanza de vida, pero también ciertos riesgos, según advirtió.
Entre los temas por atender de manera urgente, Ham Chande destacó “la crisis en la seguridad social y el predicamento de las pensiones de retiro”. En el caso de la seguridad económica de los adultos mayores, señaló que en México el mayor apoyo se da por parte de los hijos, pero también sugirió que es necesario “ahorrar lo suficiente para poder adquirir los bienes y servicios necesarios durante la vejez y el retiro”.
De acuerdo con lo expuesto por el ponente, “una pensión de retiro es la sustitución del ingreso que se pierde ante la incapacidad para el trabajo en la vejez”, en tanto que los sistemas de seguridad deben “cubrir a toda la población, proteger los riesgos y no ser prevendas, además de otorgar beneficios adecuados y suficientes de manera uniforme y equitativa”. Sobre esta situación, el especialista destacó la importancia de que se puedan abatir los privilegios en materia de pensiones, el ahorro económico, y considerar más inversiones en los sectores educativos y de salud para atender a este sector de la población.
Mexicowebcast
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