Francia entra en su tercera ola de calor y los guías de montaña de la región alpina deChamonix están frenando las subidas programadas al Mont Blanc. Consideran que el acceso se está volviendo demasiado peligroso para sus clientes debido a los repetidos desprendimientos de rocas relacionados con las excepcionales condiciones climáticas y con la actual sequía.
"No son más de 10-12 pulgadas de ancho, lo que es realmente una locura. Sí es un gran cambio. Es bastante aterrador ver cómo está desapareciendo", dice preocupado Evan Warden, un alpinista escocés no profesional.
La falta de nieve durante el invierno también ha dejado vastas extensiones de glaciares desnudos y grisáceos, atravesados por grietas. Esto significa que las rutas de subida a la montaña son estrechas y traicioneras.
"Las altísimas temperaturas de los últimos tiempos están desestabilizando la montaña", afirma Noé Vérité, guardián del refugio de Cosmiques, situado la ruta de los Trois Monts.
"Los guías cancelaron el viaje al Mont Blanc por el clima. Creo que ellos conocen la zona y conocen las condiciones. Para nosotros está bien, podemos hacerlo en otro lugar otro año", agrega Monica Antheun, otra alpinista noruega no profesional.
No sólo los Alpes se están calentando: el mes pasado apareció una nueva grieta en el glaciar de la Marmolada, en los Dolomitas italianos. Dos semanas antes, una avalancha mortal de hielo y escombros causó la muerte de al menos 11 personas al desprenderse un enorme trozo del glaciar. Los expertos habían dicho que la culpa la tenía la subida de las temperaturas.
Euronews
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