Y lo hacen a los tres meses del seísmo y tsunami que asoló el noreste de Japón. La tragedia aún no ha terminado.
Tres meses después todavía tratan de identificar, mediante muestras de ADN, a unos 2.000 de los más de 15.000 fallecidos.
La crisis nuclear no ha concluído, ni mucho menos sus consecuencias. Greenpeace pidió la inmediata evacuación de niños y mujeres embarazadas en zonas con altos índices de radiación.
El primer ministro japonés Naoto Kan se presentó en la ciudad costera de Kamaishi para recordar a los más de 23.500 muertos y desaparecidos del desastre. El gobierno japonés mantiene el uso de la energía nuclear sin fijar fecha de cierre para las centrales.
Euronews
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