Mitt Romney lleva haciendo campaña para ser presidente de EEUU desde 2007. Newt Gingrich fue obligado a dimitir del cargo de presidente de la Cámara de Representantes en una rebelión interna de sus correligionarios en 1998 y lleva fuera de la política activa desde entonces.
Romney tiene una familia impecable. Gingrich va por su tercer matrimonio, esta vez con una ex becaria con la que engañó a su segunda esposa.
Sin embargo, Newt Gingrich ha atizado una fenomenal paliza electoral a Mitt Romney en el conservador Estado de Carolina del Sur.
Con el 86% de los votos escrutados, Gingrich lleva el 40,4% de los votos, frente al 27,1% de Romney. Es una distancia abismalmente grande, máxime si se tiene en cuenta que, hace apenas una semana, Romney iba por delante. Después de este vuelco, queda claro que es más fácil hacer predicciones acerca del fin del mundo según el Calendario Maya que de unas primarias republicanas.
Gingrich ha pulverizado a Romney en todas partes. Pero particularmente entre los 'votantes de los valores', es decir, los conservadores religiosos. Que alguien con semejante historial matrimonial más una multa por violar las normas éticas de la Cámara de Representantes haya logrado eso puede calificarse sin lugar a dudas como un milagro. Un milagro enorme porque, de los 46 condados de Carolina del Sur, Gingrich lleva ventaja en este momento en 40, frente a sólo 4 de Romney.
Un milagro que, además, puede continuar. La popularidad de Romney se está hundiendo, aunque ahora es de prever que logre el apoyo de más líderes republicanos. El ex gobernador de Massachusetts parte en principio como claro favorito en Florida, donde se celebran primarias en diez días, y es posible que el hecho de que sea mormón le haya perjudicado en la evangélica y católica Carolina del Sur.
Gingrich, además, tiene otro rival: Rick Santorum, otro católico conservador que compite con él por el mismo electorado. Santorum ha quedado el tercero, a gran distancia de los dos vencedores, por delante del ultraliberal Ron Paul.
Lo que queda claro es que Carolina del Sur no ha aclarado nada —como solía hacer hasta ahora—, sino que ha liado las cosas más. De las tres primarias celebradas hasta la fecha, Santorum ganó la primera, en Iowa; Romney,la segunda, en New Hampshire; y Gingrich se ha impuesto ahora. La guerra electoral sigue.
El Mundo
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