El serbio derrotó a Federer por 6-7, 6-4, 7-6, 5-7 y 6-4 en un partido tremendo para lograr su segundo Wimbledon y superar a Rafa Nadal en el ránking.
Los codos abiertos, los tobillos dislocados y los gemelos teñidos de blanco por las caídas sobre el pasto de la Centre Court no impidieron a Novak Djokovic, ya como nuevo número uno del mundo, escalar el palco donde le esperaba su entrenador,Boris Becker... mientras un derrotado Roger Federerobservaba con el ceño torcido. En una final descomunal, que se extendió durante cuatro horas menos cuatro minutos, Djokovic batió a Federer por 6-7 (7), 6-4. 7-6 (4), 5-7 y 6-4.
Del mismo modo que en 2011, cuando Djokovic conquistó su primer título en Wimbledon, ante Rafael Nadal, alzar el Campeonato en el All England deposita a Novak en el primer puesto de la Lista mundial de la ATP. Federer pierde la segunda final de las nueve que ha disputado en Wimbledon... justo cuando se cumplían seis años exactos de su anterior derrota: ante Rafa Nadal en 2008. El triunfo de Djokovic aleja a Federer de firmar sendas cifras/récord: 18 títulos en Grand Slam y ocho en Wimbledon.
Djokovic había perdido sus tres últimas finales en Grand Slam, cinco de las seis últimas que había jugado hasta hoy... y lo menos que puede decirse es que el puesto de Boris Becker hubiera quedado bajo amenaza de haber llegado una nueva derrota en esta final. Ahora, Novak cuenta con siete títulos de Slam, por 17 de Federer y 14 de Rafa Nadal.
En el 'tiebreak' de la primera manga, Djokovic dispuso de dos puntos de set. Federer ganó ese 'tiebreak' y ese primer parcial... pero los restos y recuperaciones de Novak fueron empujando, mordiendo y desgastando la precisión de un Federer que, cada vez más, empezó a vivir de su primer servicio (29 saques directos)... mientras que Djokovic (13 'aces') le ametrallaba el segundo. Con esos segundos servicios, Federer sólo sumó el 44% de puntos jugados: ahí residió una de las claves de que Djokovic remontara paso a paso... hasta colocarse con 5-2 en el cuarto set.
Ahí, Federer cargó a la desesperada y sumió a Djokovic en uno de los habituales marasmos de concentración que representan el gran problema del serbio. Federer dominó la cuenta final de golpes ganadores: 75-68, pero sin los 'aces', esa cuenta se vuelca en favor de Djokovic: 46-55. Federer cometió 29 errores no forzados. Djokovic, 27.
Con 5-4 en la cuarta manga, y bajo servicio de Federer, Djokovic tuvo su primer 'match point', pero Federer lo anuló con un 'ace'... que inicialmente fue cantado malo, hasta que fue validado por el 'Ojo de Halcón'. Antes, Federer había exhibido un gesto antideportivo que molestó a Djokovic: con 5-3 en el cuarto set, Federer quebró el servicio de Novak con un golpe a placer... justo cuando el tenista serbio rodaba por una de las esquinas de la pista. Federer celebró el punto alzando el puño y ni siquiera miró a Djokovic cuando iba de camino a su silla para el cambio del 5-4. Djokovic lanzó una mirada aviesa a Federer y pidió asistencia del 'trainer' al comienzo del quinto y último set. El árbitro, el británico Keothavong, también tomó una decisión controvertida en favor de Federer: fue en el 'tiebreak' del tercer set, al conceder al suizo un punto tras un tiro inicialmente cantado largo y después validado por el 'Ojo de Halcón'... pero que Djokovic había dejado de jugar.
En ese set definitivo, ya más allá de las tres horas de esfuerzo y con la Centre Court volcada en favor de Federer... se impuso el tenis del Siglo XXI que Djokovic sabe dictar cuando va a por todas: con agresividad, empujando con derecha y revés, invadiendo la pista desde la línea de fondo, Novak dictaba y dictaba... y Federer declinaba y declinaba como el sol que caminaba hacia su ocaso tras la torre de la Iglesia de St. Mary's. A mediados del quinto set, Djokovic había sabido pasar con éxito 15 de 25 subidas de Federer a la red. Con 4-4, el punto de 'break' número 15 en favor de Novak sentenció la rotura definitiva. Djokovic remató el último juego del torneo al incrementar la presión sobe el revés de Federer y provocar que un revés de Roger se estrellara en la red. El último punto del torneo fue el número 186 que Djokovic ganó en esta final... contra 180 de Federer.
Alejandro Delmás
AS
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Djokovic reconquista Londres
Novak Djokovic se proclamó campeón de Wimbledon después de vencer en cinco mangas en la final a Roger Federer. Se trata el título número 45 del serbio, el séptimo Grand Slam y la segunda vez que se corona en Wimbledon. Una victoria que tiene como premio añadido retornar al número uno del mundo 628 días después.
Dicen los protagonistas que no existe otro lugar tan mágico en el circuito como La Catedral del tenis, escenario de grandes batallas y momentos épicos. Lo peculiar de la superficie (hierba), el color de las vestimentas (blanco) y la magnitud del evento (Grand Slam) hacen que cada final de Wimbledon sea uno de los momentos más esperados cada año en Londres. La capital inglesa se vistió de gala para presenciar la coronación por segunda vez deNovak Djokovicdespués de vencer en la final aRoger Federerpor un marcador de 6-7(7), 6-4, 7-6(4), 5-7 y 6-4.
Los dos jugadores se conocen tanto que saltaron al tapete sin miedo a meter una marcha de más desde el primer intercambio. Djokovic optó por repartir golpes desde el fondo de pista, Federer por ganar terreno y definir en la cinta. Los primeros juegos se consumieron rápidamente, como si ambos supieran que los pequeños detalles hacen más daño cuando no tienen margen de reacción. Pasado el ecuador de la manga el tiempo quiso detenerse para saborear cada raquetazo. Globos, pasantes, paralelos y liftados que hicieron las delicias del respetable, que acogió de buen grado el desenlace en el tie-break. En la muerte súbita fue Roger quien primero tomó ventaja (3-0) antes de que Nole diera la vuelta a la tortilla. El balcánico llegó a sacar (6-5) y restar (7-6) para cerrar el set, pero fue el helvético quien llevó la primera pica a su nómina antes de llegar a la hora de acción.
El segundo acto dibujó un panorama completamente diferente. Primero porque hubo más opciones al resto, siendo Djokovic quien avisara en el juego inicial y firmara el primer break del partido dos juegos después. Segundo porque un resbalón en el fondo de pista le costó al serbio tener que ser atendido en la silla por parte del fisioterapeuta de la ATP de una torcedura de su tobillo izquierdo. Y tercero porque Djokovic superó el mal del duende que cuentan los maestros que encogen el brazo del tenista a la hora de cerrar el partido; superó una bola de break (30-40) en el décimo juego e igualó la contienda. El partido volvía a empezar.
Equilibrada la balanza, fue como resetear el duelo. Federer haciendo suya la red, Djokovic intentando buscar huecos en el muro suizo y los juegos que se consumían entre aplauso y aplauso. El serbio tuvo su opción en un curioso undécimo juego en el que el 'Ojo de halcón' privó a Roger de cerrar el juego con un saque directo y en el que Nole tuvo dos bolas para firmar un break que acabó por ser un mero espejismo. El set estaba predestinado para decidirse en el tie-break. En esta ocasión fue el de Belgrado quien mejor gestionó los tiempos (2-4, 3-5) para acabar volteando el marcador.
Cuestión de detalles
El cuarto set del partido fue un reflejo de lo que ha sucedido con Federer en los últimos años. Tantas veces hubo gente que le dio por enterrado, tantas veces que el suizo se levantó con más fuerzas. El de Basilea nadó a contracorriente en todo momento (1-3, 2-5) pero se agarró al partido como a un clavo ardiendo quizá sabiendo en sus adentros que podía tratarse de una de las últimas ocasiones en las que pudiera ganar un 'grande'. El suizo salvó una bola de partido en el décimo juego (30-40) con un saque directo, rompió el servicio del serbio y forzó el quinto set tras firmar cinco juegos de manera consecutiva.
El cuarto set del partido fue un reflejo de lo que ha sucedido con Federer en los últimos años. Tantas veces hubo gente que le dio por enterrado, tantas veces que el suizo se levantó con más fuerzas. El de Basilea nadó a contracorriente en todo momento (1-3, 2-5) pero se agarró al partido como a un clavo ardiendo quizá sabiendo en sus adentros que podía tratarse de una de las últimas ocasiones en las que pudiera ganar un 'grande'. El suizo salvó una bola de partido en el décimo juego (30-40) con un saque directo, rompió el servicio del serbio y forzó el quinto set tras firmar cinco juegos de manera consecutiva.
Todo o nada. Cara o cruz. Y sin tie-break en perspectiva... Entre tanta acción nuevo requerimiento médico de Djokovic para tratarse, en esta ocasión, un problema en su rodilla derecha. Aunque a estas alturas la partida de ajedrez se disputaba sin peones que defender al ejército. Federer enseñó las garras en el séptimo juego donde dejó escapar una bola de break (30-40) pero tuvo que tirar de coraza para salvar tres en el juego siguiente (15-40 incluido). No pudo evitar sin embargo, que Nole pusiera el broche poco después. Brazos al cielo de Londres y ovación del respetable que, aún animando a su rival todo el tiempo, reconoció el esfuerzo del serbio para sumar otro cetro a su colección.
La victoria en Wimbledon supone para Djokovic un balón de oxígeno en sus aspiraciones: cierra la herida de la final perdida en Roland Garros, reconquista Londres tres años después de su primera victoria, suma el séptimo Grand Slam a su palmarés y retorna al número uno del mundo.
David Menayo
MARCA
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