Es un proyecto que celebra el final de la Primera Guerra Mundial. Se llama The Waterfront y en él unas 6.000 personas bordean la costa belga entre las ciudades de Zeebrugge y Ostende, formando una cadena humana de 21 kilómetros. Agrupadas de dos en dos, cada pareja introduce un pequeño barco en el mar con el nombre de alguna víctima mortal de la contienda. Solo unos pocos marineros australianos formaron parte de la batalla que tuvo lugar aquí, pero en total 300.000 lucharon en el frente occidental.
"Doce mil de esos soldados murieron y están enterrados en Bélgica y todos los australianos estamos muy agradecidos al pueblo belga por la forma en la que honra ese sacrificio y es algo maravilloso ver esta conmemoración hoy", ha afirmado Peter Cosgrove, gobernador general australiano.
Las ciudades de Ostende y Zeebrugge fueron uno de los principales escenarios de la Primera Guerra Mundial en 1918. Los británicos intentaron hasta en tres ocasiones atacar a los alemanes para frenar a sus submarinos, aunque fracasaron. Los reyes belgas participan en una iniciativa que busca mirar al futuro e impulsar la esperanza y la reconciliación.
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