■ “Cada dos días se suicida un anciano en mi país”; de ahí el filme, dijo
San Sebastián, 20 de septiembre. Miika Soini, joven cineasta finlandés de 36 años, presentó en el contexto del Festival de Cine de San Sebastián, en la sección Zabaltegi nuevos directores, su primer largometraje titulado Thomas, cuyo protagonista vive solo y aislado en un sótano, con una radio y una foto de su esposa como única compañía, y juega largas partidas de ajedrez, sin oponente.
La compasión y la expiación son temas de esta cinta, en la que se aprecia a un hombre ya mayor, que no suele aventurarse a salir de su refugio, que de cuando en cuando lo hace para tomar de manera solitaria una copa de vino en alguna cafetería, donde la gente le recuerda, de una u otra manera, su vejez, así como lo solo que se encuentra; más aún hacen que recuerde épocas de su vida que preferiría olvidar.
“Soy mayor y la vida es larga”, es quizá la frase que, como tierna sentencia, define a Thomas, quien es interpretado por el veterano actor Lasse Pöysti.
“El primer motivo que me llevo a filmarla fue el personaje”, comentó el cineasta. “Si tengo que escoger entre un joven de 20 años y un señor de 83, elegiría el segundo. Me interesan las historias de personas mayores, porque tienen más experiencias que contar”.
Otra de las razones que llevaron al cineasta a realizar Thomas, dijo, fue el problema de soledad que padece la gente mayor en Finlandia. “Cada dos días un anciano se suicida en mí país; es un verdadero problema. De hecho, mi siguiente película será protagonizada por una mujer de 72 años que vive entre Helsinki y París.”
Para el joven realizador, Thomas “trata de una historia de amor, de cómo alguien tiene que sacrificar al ser que más ha querido para liberarlo de su sufrimiento”. Nadie quiere al anciano, ni siquiera su hija ni sus compañeros, por eso evita todo contacto con ellos.
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San Sebastián, 20 de septiembre. Miika Soini, joven cineasta finlandés de 36 años, presentó en el contexto del Festival de Cine de San Sebastián, en la sección Zabaltegi nuevos directores, su primer largometraje titulado Thomas, cuyo protagonista vive solo y aislado en un sótano, con una radio y una foto de su esposa como única compañía, y juega largas partidas de ajedrez, sin oponente.
La compasión y la expiación son temas de esta cinta, en la que se aprecia a un hombre ya mayor, que no suele aventurarse a salir de su refugio, que de cuando en cuando lo hace para tomar de manera solitaria una copa de vino en alguna cafetería, donde la gente le recuerda, de una u otra manera, su vejez, así como lo solo que se encuentra; más aún hacen que recuerde épocas de su vida que preferiría olvidar.
“Soy mayor y la vida es larga”, es quizá la frase que, como tierna sentencia, define a Thomas, quien es interpretado por el veterano actor Lasse Pöysti.
“El primer motivo que me llevo a filmarla fue el personaje”, comentó el cineasta. “Si tengo que escoger entre un joven de 20 años y un señor de 83, elegiría el segundo. Me interesan las historias de personas mayores, porque tienen más experiencias que contar”.
Otra de las razones que llevaron al cineasta a realizar Thomas, dijo, fue el problema de soledad que padece la gente mayor en Finlandia. “Cada dos días un anciano se suicida en mí país; es un verdadero problema. De hecho, mi siguiente película será protagonizada por una mujer de 72 años que vive entre Helsinki y París.”
Para el joven realizador, Thomas “trata de una historia de amor, de cómo alguien tiene que sacrificar al ser que más ha querido para liberarlo de su sufrimiento”. Nadie quiere al anciano, ni siquiera su hija ni sus compañeros, por eso evita todo contacto con ellos.
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