A sus 45, el actor declara que no le preocupa la edad, pero sí que Estados Unidos cambie de presidente .
El curioso caso de Benjamin Button, la última película de Brad Pitt, da qué pensar en cuanto a la vejez. Su trama, que habla de un hombre que nace anciano y va rejuveneciendo con el paso de los años, ha dado pie a que el actor hable de su propia experiencia con la edad, aunque no sea uno de sus temas favoritos.
"No me preocupa envejecer, en realidad lo que me asusta es no saber la forma en que voy a morir", ha explicado Pitt, de 45 años en una conferencia de prensa realizada el lunes en Berlín, donde se encuentra promocionando el estreno de su último filme.
Según informa la agencia Reuters, el actor se ha explayado en tono de broma en torno a la manera en que preferiría perder la vida. "Como no me gusta ni el fuego ni los espacios cerrados, creo que un tiburón podría ser interesante".
El orgullo de ser estadounidense
Como era de esperar a un día de la investidura presidencial de Obama en Estados Unidos, el actor se ha referido también, a pesar de encontrarse en Europa, al ambiente que vive su país al recibir al nuevo mandatario.
"Es una nueva era para todos nosotros, que reconfirma los ideales originales de América. Estamos muy felices y entusiastas con lo que nos depara el futuro, ves a la gente con energía en sus casas, harta del cinismo que ha reinado en los últimos diez años", ha dicho.
Y ha agregado que, cada vez que un europeo lo felicita por el cambio de gobierno, se siente orgulloso de ser estadounidense. "Llevo en Berlín unos meses (rodando la próxima película de Tarantino, Inglorious Basterds) y a todos los que somos estadounidenses nos han estado dando la enhorabuena desde el triunfo de Obama. Eso es muy interesante, es un gran día para nosotros".
El País
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