Sídney (Australia), 8 ene (EFE).- Tres activistas australianos abordaron hoy un barco de la flota de balleneros japonesa frente a la costa de Australia como parte de una campaña para detener la caza de estos cetáceos en el Antártico, informó el grupo proteccionista Sea Shepherd.
Los ecologistas ayudaron a tres miembros del grupo Forest Rescue que aprovecharon la oscuridad para asaltar la pasada noche el buque "Shonan Maru 2", informó Sea Shepherd en un comunicado.
Retenidos tres ecologistas australianos en un ballenero japonés
SÍDNEY, 8 Ene. (Reuters/EP) -
Tres ecologistas australianos se encuentran retenidos desde este domingo en un buque ballenero japonés que habían abordado para protestar por la caza de ballenas en el Antártico, según han denunciado el grupo Sea Shepherd Conservation Society (Sociedad Conservacionista Pastor Marino).
Los tres activistas pertenecían al grupo australiano Forest Rescue (Rescate del Bosque), conocido por llevar a cabo acciones directas contra la tala de árboles y fueron detenidos cuando subieron al barco japonés, el 'Shonan Maru 2', con ayuda de Sea Shepherd cerca de las costas australianas. El comunicado de Sea Shepherd considera que los activistas son "prisioneros ahora detenidos en un ballenero japonés".
"Están en aguas territoriales australianas, retenidos por un buque japonés invasor que lleva a personal militar japonés armado", denuncia el comunicado del grupo ecologista.
El fundador y líder de Sea Shepherd, Paul Watson, ha confirmado en declaraciones telefónicas a Reuters que los activistas aún continúan a bordo del barco japonés y ha matizado que no ha habido ningún tipo de comunicación por radio entre ambas partes. "El 'Shonan Maru' no quiere hablar con nosotros. No responden a nuestras llamadas de radio. Nos están persiguiendo", ha indicado.
Además, ha asegurado que el 'Shonan Maru 2' ha sido enviado para boicotear la campaña de Sea Shepherd para evitar la caza de ballenas. El propio Watson se encuentra a bordo del 'Steve Irwin', uno de los dos barcos de Sea Shepherd que navegan rumbo al océano Antártico para intentar sabotear la caza de ballenas.
Un portavoz del Instituto de Investigación para Cetáceos japonés, Glenn Inwood, ha confirmado desde Nueva Zelanda que los tres activistas están en el ballenero y que se encuentran sanos y salvos. Sin embargo, no ha descartado que sean llevados a Japón.
"Los tres hombres están a bordo", ha indicado Inwood en declaraciones a Reuters. "Están siendo interrogados en estos momentos y siguen en el barco", ha añadido. Además, ha revelado que el barco japonés estaba a unos 40 kilómetros de la costa australiana cuando los tres subieron a él.
La flota ballenera japonesa del Antártico tiene previsto cazar a unas 900 ballenas esta temporada, unas capturas defendidas por el Gobierno nipón como actividades con fines científicos, ya que la pesca de ballenas finalizó formalmente para Japón en 1986 gracias a la moratoria global. Sin embargo, gran parte de la carne de ballena acaba en los supermercados.
El Instituto de Investigación para Cetáceos japonés es el responsable de regular y coordinar la caza anual de ballenas y acusa a Watson de "ecoterrorismo". Los activistas de Sea Shepherd han utilizado bombas fétidas y otros métodos para interrumpir las caza de ballenas.
EP
El abordaje ocurrió en aguas australianas, a unos 25 kilómetros de la costa suroeste, donde el "Shonan Maru 2" hacía un seguimiento del barco de Sea Shepherd, el "Steve Irwin".
Los activistas hicieron el asalto en dos pequeñas embarcaciones que salieron desde el barco de los ecologistas y tres de ellos lograron subir al buque japonés para forzarlo a regresar a la costa y parar su vigilancia al "Steve Irwin".
En otro comunicado en el portal de internet de Sea Sheperd, los activistas justificaron su acción para "poner fin a la caza ilegal" y para presionar al gobierno australiano a tomar medidas contra los balleneros.
"Estamos a bordo de este barco porque nuestro gobierno no ha cumplido con su promesa electoral de poner fin a la caza de ballenas en los mares del sur", dijo Forest Rescue.
En 2011, el país asiático suspendió dos meses antes de lo previsto la pesca de cetáceos en el Océano Antártico debido al acoso de Sea Shepherd, que en los últimos años ha llevado a cabo abordajes, lanzamiento de ácidos corrosivos o encadenamientos de sus activistas a los balleneros japoneses.
Por ello, este año Japón anunció que buques de la Agencia de Pesca protegerían a sus balleneros.
Por su parte, la organización indicó que este año emprenderá en las aguas de la
Antártida una de las más intensas campañas de acoso a los balleneros japoneses con el fin de arruinar la temporada de caza de cetáceos y lograr su suspensión.
Japón decidió abandonar la caza de ballenas en 1986 por una moratoria internacional, aunque la retomó en 1987 tras alegar motivos científicos y comenzó a efectuar expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos.
EPA
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