Storm, un golden retriever de seis años, rescató al ciervo en Port Jefferson
Johnny Milano para The New York Times
Sin duda es un héroe.
“¡Muy bien, Storm!”, se alcanza a oír en el video de un golden retriever nadando hacia un bulto café en el agua de Port Jefferson, por Long Island. El perro se pone el bulto en la boca y nada con él de regreso a la playa en la grabación, vista por más de 5 millones de personas en Facebook.
El bulto resultó ser un ciervo bebé que queda inmóvil; vivo, pero apenas. En el video, Storm lo intenta mover con el hocico y pone sus patas contra las pezuñas del otro animal, que no parece reaccionar.
Storm ahora se ha vuelto una estrella de las redes sociales, aunque no se atrevan a pensar que el retriever del humano Mark Freeley, abogado de Nueva York, solamente estaba siguiendo sus instintos para recoger o cazar.
Freeley, quien da refugio temporal a perros rescatados y es voluntario en un albergue de animales, dijo que Storm “agarró al ciervo por el cuello, como un socorrista pondría su brazo sobre el cuello de alguien”.“Si conoces a Storm, sabes que eso no es lo que él quiere”, dijo Freeley durante un paseo con el retriever y Sarah, una border collie. “Es el perro más gentil que conocerás”.
Freeley después llamó a un grupo rescatista de animales, Strong Island Animal Rescue League, cuyo director Frank Floridia pasó a recoger al ciervo. Este, asustado por los dos hombres y los dos perros, intentó saltar de nuevo al agua. Storm intentó regresarlo a la costa de nuevo, sin éxito, y Floridia se metió al agua para hacerlo él.
El ciervo bebé, de 3 meses de edad, tenía heridas en su cabeza y un ojo entrecerrado, dijo Floridia. También sufre de un enfisema subcutáneo, unas pequeñas burbujas de aire atrapadas debajo de la piel. Floridia y su compañera en la fundación de rescate, Erica Kutzig, lo llevaron a un hospital veterinario donde está recibiendo antibióticos y le están dando leche de cabra.
El ciervo rescatado está recibiendo tratamiento en el albergue Save the Animals Rescue en Long Island.
Muchos ciervos que llegan al centro de rescate lo hacen por heridas de perros, que en ese caso, no son los héroes. “Creo que el perro hizo algo muy bueno, pero soy realista sobre lo que normalmente hacen: tienden a masticar a estos ciervos”, dijo Kutzig, de Save the Animals Rescue Foundation.
Cuando se recupere, el ciervo será regresado a su hábitat. La teoría que manejan los rescatistas es que el animal cayó al agua tras caerse de algún acantilado.
“Es maravilloso que el perro haya rescatado al ciervo. Pero creo que, si el perro hubiera estado a sus anchas, el ciervo no habría sobrevivido”, dijo Kutzig. Aunque los detalles no importan “dado que es un final feliz”.
New York Times
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