El aceite de oliva retrasa la aparición de enfermedades crónicas y aumenta la calidad de vida en la vejez por su riqueza en grasa monoinsaturada, en antioxidantes y micronutrientes.
Así lo señaló hoy el doctor Francisco Pérez Jiménez, en referencia a varios estudios que serán presentados durante el II Congreso Internacional sobre Aceite de Oliva y Salud (CIAS 2008), que se celebrará en Córdoba y Jaén del 20 al 22 de noviembre de 2008.
El envejecimiento es un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida y cuyas manifestaciones principales están favorecidas por la presencia de un fenómeno oxidativo. "Y es aquí donde entra el aceite de oliva, que como parte de la dieta mediterránea puede amortiguar dicha inflamación y retrasar la aparición de dichas enfermedades", apuntó Pérez Jiménez.
A diferencia de otros aceites como el de maíz, almendra o soja, el aceite de oliva previene el envejecimiento por su riqueza en grasa monoinsaturada, que cuando se incorpora al organismo ejerce efectos más beneficiosos que otras grasas, en cuanto a la tasa de colesterol, la tensión arterial y la prevención de la oxidación.
Por otro lado, su riqueza en antioxidantes y micronutrientes,"una característica específica de los aceites virgen y virgen extra", destaca Pérez Jiménez, puesto que el resto de los aceites han de ser refinados para su consumo con lo que pierden dichos componentes.
"Tanto el efecto de la grasa, disminuyendo los factores de riesgo y la oxidación, como sus micronutrientes, son favorables para la salud al reducir los mecanismos que favorecen el desarrollo de las enfermedades crónicas", explica.
MEJOR CALIDAD DE VIDA
Por otra parte, como parte de la dieta mediterránea, mejora la calidad de vida ya que favorece la longevidad. "Este fenómeno se ha localizado con dietas sanas, aunque no hubiera aceite de oliva presente en la dieta. Pero sin duda la dieta mediterránea, que incluye al aceite de oliva como grasa fundamental, es uno de los mejores modelos. La mayor calidad de vida en la vejez se atribuiría al hecho de que dicha dieta disminuye las enfermedades crónicas, como las cardiacas, el cáncer y las neurodegenerativas".
"Cada día hay más información relativa a los efectos saludables que supone la presencia de microcomponentes y antioxidantes en el aceite de oliva, por lo que la producción debería orientarse a conseguir aceites ricos en dichos productos, de lo que son un ejemplo los aceites virgen y virgen extra de mayor calidad", advirtió.
Los últimos resultados de la investigación sobre el papel del aceite de oliva en la prevención del envejecimiento se expondrán en el simposio específico sobre esta temática, que moderará Pérez Jiménez dentro del congreso y que, además, abordará el papel de la inflamación en el proceso de envejecimiento o la fisiopatología del envejecimiento y longevidad, entre otros temas.
Europa Press
Así lo señaló hoy el doctor Francisco Pérez Jiménez, en referencia a varios estudios que serán presentados durante el II Congreso Internacional sobre Aceite de Oliva y Salud (CIAS 2008), que se celebrará en Córdoba y Jaén del 20 al 22 de noviembre de 2008.
El envejecimiento es un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida y cuyas manifestaciones principales están favorecidas por la presencia de un fenómeno oxidativo. "Y es aquí donde entra el aceite de oliva, que como parte de la dieta mediterránea puede amortiguar dicha inflamación y retrasar la aparición de dichas enfermedades", apuntó Pérez Jiménez.
A diferencia de otros aceites como el de maíz, almendra o soja, el aceite de oliva previene el envejecimiento por su riqueza en grasa monoinsaturada, que cuando se incorpora al organismo ejerce efectos más beneficiosos que otras grasas, en cuanto a la tasa de colesterol, la tensión arterial y la prevención de la oxidación.
Por otro lado, su riqueza en antioxidantes y micronutrientes,"una característica específica de los aceites virgen y virgen extra", destaca Pérez Jiménez, puesto que el resto de los aceites han de ser refinados para su consumo con lo que pierden dichos componentes.
"Tanto el efecto de la grasa, disminuyendo los factores de riesgo y la oxidación, como sus micronutrientes, son favorables para la salud al reducir los mecanismos que favorecen el desarrollo de las enfermedades crónicas", explica.
MEJOR CALIDAD DE VIDA
Por otra parte, como parte de la dieta mediterránea, mejora la calidad de vida ya que favorece la longevidad. "Este fenómeno se ha localizado con dietas sanas, aunque no hubiera aceite de oliva presente en la dieta. Pero sin duda la dieta mediterránea, que incluye al aceite de oliva como grasa fundamental, es uno de los mejores modelos. La mayor calidad de vida en la vejez se atribuiría al hecho de que dicha dieta disminuye las enfermedades crónicas, como las cardiacas, el cáncer y las neurodegenerativas".
"Cada día hay más información relativa a los efectos saludables que supone la presencia de microcomponentes y antioxidantes en el aceite de oliva, por lo que la producción debería orientarse a conseguir aceites ricos en dichos productos, de lo que son un ejemplo los aceites virgen y virgen extra de mayor calidad", advirtió.
Los últimos resultados de la investigación sobre el papel del aceite de oliva en la prevención del envejecimiento se expondrán en el simposio específico sobre esta temática, que moderará Pérez Jiménez dentro del congreso y que, además, abordará el papel de la inflamación en el proceso de envejecimiento o la fisiopatología del envejecimiento y longevidad, entre otros temas.
Europa Press
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