“Workers”, del laureado cineasta mexicano de origen salvadoreño José Luis Valle, muestra una visión cáustica sobre los mundos de dos trabajadores en Tijuana, una ciudad al lado del mar.
Con una cámara sobria y tranquila, que muestra imágenes de gran belleza visual, José Luis Valle sigue el día a día de Rafael (Jesús Padilla), y Lidia (Susana Salazar), dos trabajadores cuyo común denominador es su soledad, que perdieron a sus respectivos hijos únicos y que son víctimas de abusos y violaciones a sus derechos y dignidad. Rafael hace la limpieza en una planta de una multinacional que fabrica focos en Tijuana. Cuando pide su jubilación después de 30 años de servicio, el gerente lee en voz alta su expediente. No ha faltado nunca, es puntual y eficiente y nunca ha tomado vacaciones. Pero no hay constancia de su fecha de ingreso y al enterarse de que Rafael es de origen salvadoreño y que sigue siendo ilegal, le dice que excepcionalmente no llamará a inmigración y por haber sido tan buen empleado, podrá seguir laborando en la planta.
Rafael toma estoicamente el veredicto y se le ve continuando su vida solitaria. Es un trabajador perfeccionista que nunca sonríe, es de pocas palabras y vive en una casa remolque en un lote baldío, sin más compañía que un canario.
Jesus Padilla, en el papel de emigrante salvadoreño en Tijuana.
Lidia es una trabajadora doméstica que atiende a una acaudalada mujer en una silla de ruedas, cuya única preocupación es su perra galgo llamada “princesa”. Cuando al poco tiempo la mujer muere, “princesa” es su heredera universal y los siete empleados domésticos seguirán al servicio de la perra mientras viva, según el testamento que lee el hijo de la mujer. “Al morir la perra ustedes serán los herederos”, dice, y añade, “siempre y cuando muera de causa natural, así que no se pasen de listos”.
De manera silenciosa Lidia y Rafael comienzan una batalla que nadie ve. Él contra la compañía y ella contra una perra.
Historias kafkianas
“Mis personajes son el pretexto para mis reflexiones personales. Yo quería que fueran historias kafkianas, que no fuera un discurso sobre el trabajo sino algo más personal”, dijo el cineasta tras la presentación de la película ante la crítica y la prensa internacional. La cinta, que tuvo su estreno mundial en la sección Panorama de la Berlinale, se basó según su director en cosas que se le fueron quedando “en el disco duro”.
“Aquí en Alemania le dejaron una fortuna a un pastor alemán”, dijo al explicar porqué se le ocurrió el absurdo de nombrar de heredero a un perro. También recordó que quería mostrar otra cara de Tijuana. “Está muy asociada con la violencia y el narcotráfico”.
El cineasta explicó que el título de la cinta alude a la fuerte influencia del inglés en Tijuana. En la película se ven escenas espectaculares del mar, como la que se observa desde la mansión de la acaudalada mujer del galgo que ha puesto una escultura sobredimensionada del animal en la amplia terraza de mármol. “Yo pensé que Tijuana era una ciudad junto a Estados Unidos pero es una ciudad junto al mar”, dijo “Pepe” Valle, como lo llaman sus actores.
“Para mí fue muy difícil el papel de Rafael porque era todo lo contrario a lo que yo soy: hablo mucho, gesticulo mucho, me costó trabajo no sonreír”, dijo por su parte el actor mexicano Jesús Padilla. “El guión es muy tranquilo y muy distinto a lo que habíamos hecho, pero al entenderlo comprendimos que tenía una gran armonía”, añadió.
Preguntado sobre si el papel de Rafael tenía algo de autobiográfico, el cineasta respondió que lo que le pasa a Rafael, que los mexicanos no saben donde está el Salvador y le preguntan que si queda “por Guatemala”, es algo que le ha pasado mil veces.
Susana Salazar, en el papel de Lidia, lleva con coche y chofer a "Princesa", para que vea el atardecer.
También la actriz Susana Salazar coincidió en que el personaje de Lidia le causó conflicto. “Soy madre y a la pérdida de un hijo, añadirle un humor sardónico con esa capacidad de venganza, me costó trabajo, pero fue algo muy interesante para mí”.
“Veo a México como un montón de países juntos. Es una realidad muy vasta en donde conviven muchas realidades”, dijo el director, que reconoció que un tiempo vivió también como ilegal. Egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, José Luis Valle reveló que su próximo proyecto tiene que ver con El Salvador y se basa en las historias que escuchaba de sus padres.
Próximo proyecto
“Yo salí de El Salvador cuando tenía 1 año de edad, pero me contaron que un comando de la guerrilla secuestró a uno de los hombres más ricos del mundo, amigo del Shá de Irán. Pidieron una fortuna por él y se fugaron un año con él y acabaron haciéndose sus amigos”, dijo José Luis Valle. “Quiero aproximarme a la guerra pero con humor y preservando esa mirada de niño”, destacó. El cineasta reconoció que las historias que le contaban sus padres son un manantial de inspiración. "El personaje del empleado de limpieza está basado en un caso real. Durante la guerra en El Salvador hubo una gran emigración de salvadoreños, hubo quien fue asesor de Yasser Arafat o quienes se convirtieron en mercenarios en las guerras del mundo.
"Workers" ya ha sido acogida por una de las grandes distribuidoras como es MPM Film, con sede en París. “Les gustó mucho la película y es muy importante para la carrera de la película y para Pepe, dijo la alemana Gudula Meinzolt, que dijo trabajar con Paulo Roberto de Carvalho en el respaldo de coproducciones latinoamericanas. "Nos gustó mucho "El milagro del Papa", de "Pepe" Valle, un documental presentado en el Festival de Cine de Locarno en 2009", dijo de Carvalho.
“Workers” fue una de las cinco películas entre 113 proyectos de 38 países que fueron seleccionados para ser apoyados por el World Cinema Fund del Festival de Cine de Berlín, respaldado por el Ministerio de Cultura alemán. La cinta recibió un respaldo de 150.000 euros.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas
DW
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