Los fármacos pueden ser remedio, pero también la causa del mal.
Un reciente estudio hospitalario muestra que una de cada cuatro personas que son tratadas en los servicios de Urgencia de los hospitales lo hacen por complicaciones con la medicación. Es decir, presentan reacciones alérgicas, o se automedicaron y tomaron una sustancia que les perjudicó.
En muchos casos, duplicaron o multiplicaron la dosis que debían haber ingerido. Más específicos todavía son los datos que maneja el servicio de Salud Pública del Gobierno de Aragón, que lleva un cómputo en su centro autonómico de Farmacovigilancia. Esta red ha detectado que el 4% de las consultas de urgencia se deben, en concreto, a reacciones adversas a medicamentos que se sufrieron a pesar de que el fármaco estaba prescrito y se tomó adecuadamente. El registro agrupa sobre todo alergias y procesos acompañados de picor y náuseas. "Tenemos en cuenta las situaciones en las que surgen problemas a pesar de que el fármaco haya sido administrado correctamente y en dosis normales", recalca Juan Pablo Alonso, jefe del servicio de Vigilancia Epidemiológica de Salud Pública.
Dentro de esta cifra, por tanto, no entran las sobredosis, consumo de fármacos a deshoras... El Colegio de Farmacéuticos de Aragón ratifica que la Comunidad se encuentra dentro de la media del estudio nacional (un 25% de urgencias por todo tipo de complicaciones farmacológicas), aunque ligeramente por debajo.
"Lo que se ve más frecuentemente son malas reacciones porque la dosis está por encima o por debajo, o hay interacción con otros fármacos o duplicidades en las dosis, por no hablar de la automedicación", concreta el presidente de la organización colegial, Ramón Blasco. 900 casos por millón Aragón tiene el mayor número de reacciones registradas en este sentido, pero Juan Pablo Alonso concreta que esto sucede porque el centro de farmacovigilancia es uno de los mejores a nivel nacional.
En concreto, en la Comunidad, en 2006 se notificaron 900 casos por millón de habitantes. Un reciente estudio dirigido desde Asturias (en el Hospital Universitario Central) fue el que desveló que uno de cada cuatro -y en algunos casos, incluso uno de cada tres- pacientes que acude a Urgencias hospitalarias tiene detrás algún uso inadecuado de la medicación. Para el desarrollo del estudio se escogieron 10 hospitales de España. Se detectó que el porcentaje de mujeres que duplican la medicación es el doble que los hombres, y que el 40 % son personas mayores de 65 años. Además, el 25 % de las duplicidades se producen por automedicación. También se tuvo en cuenta la actividad de las boticas. El 43 % de las solicitudes de analgésicos, de un total de 3.055, era para el dolor de cabeza. Asimismo, el 20% de los pacientes, la mayoría mujeres, tenía cefalea crónica diaria y más del 90% abusaban de los medicamentos.
La Agencia Española del Medicamento apunta que en un 15% de los casos se hace un mal uso del medicamento. Respeto al consejo profesional El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Aragón llama al respeto a los consejos profesionales y al sentido común para evitar efectos no deseados. "Cuántas veces habremos oído que hay que evitar automedicarse y si, además, ya estamos en tratamiento de otro problema, hay que informar al médico y no actuar por nuestra cuenta", insiste. "También es peligroso tomar restos de fármacos que nos sobraron de otras convalecencias. En todos los casos, además, hay que respetar las pautas que nos marque el profesional, bien sea nuestro médico bien el farmacéutico, y si nos han dicho que es uno cada ocho horas, hacerlo así. Todo esto está testado y funciona si se siguen los pasos debidamente", dice.
Además, ofrece un dato: "De cada cuatro personas que entran en una farmacia, tres se llevan un medicamento y, una, solo los consejos del p rofesional. Debemos escuchar y dejarnos aconsejar por las personas que realmente saben", recuerda.
Fuente; El Heraldo de Aragón
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