Muchas de las personas que tienen más de 60 años padecen algún tipo de demencia. Cuba tiene una bonita experiencia de cómo atender y enfrentar las características de una patología que afecta directamente al enfermo, pero la sufren los familiares. En el Centro Iberoamericano para la Tercera Edad (CITED), con sede en La Habana hay especialistas dispuestos a mejorar la calidad de vida de ambos
Zoraida Ortiz deambula por la casa en busca de “algo” que no logra encontrar; José el Gallego, sigue arreando sus rebaños y contando el ganado, como si viviera aún en la finca de San Antonio, mientras María Ortega conversa con su hija, sin saber que es ella, pregunta por los muertos como si estuvieran vivos y sabe de memoria las fechas de cumpleaños de sus hermanos, aunque no los reconoce físicamente.
Todos estos síntomas, que son frecuentes en algunas personas mayores de 60 años, se asocian con otros más complejos aún, como son la violencia, ofensas a los familiares o a quienes cuidan de ellos permanentemente, dificultades para recordar o aprender cosas nuevas. Y se conoce clínicamente como demencia.
Según la doctora María Josefa Simón, especialista en Medicina General Integral y en Geriatría y Gerontología, la demencia es la pérdida de la función cognitiva del ser humano, que afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el comportamiento y llega a inhabilitar al individuo para su vida social, laboral y funcional.
La pérdida de la memoria es el síntoma que casi nunca falta, es un proceso degenerativo del cerebro, que evoluciona hacia la cronicidad y la mayoría de sus causas son irreversibles e incurables. Su evolución es variable, en dependencia de la causa, pero generalmente tienen un curso devastador para el individuo y su familia.
¿PERO, ALGUNAS SON CURABLES?
Algunos tipos de demencias son curables y entre las más frecuentes están, las provocadas por hipotiroidismo, por falta de Vitamina B12 y por hematomas suturales, asegura la doctora María Josefa, especialista del Centro Iberoamericano para la Tercera Edad (CITED).
Estas causas, especifica, son reversibles siempre que se diagnostiquen en los primeros estadios, pues con tratamientos farmacológicos pueden mejorar su comportamiento, hasta la desaparición de los síntomas. De lo contrario, llegan a convertirse en una enfermedad crónica, con las mismas consecuencias descritas anteriormente.
Pero, la mayoría son irreversibles. Entre las más comunes están la conocida como enfermedad de Alzheimer, las vasculares y las provocadas por cuerpos de Lewys. No existen registros nacionales para valorar qué parte de la población cubana padece esta patología, pero estudios locales arrojan que alrededor del diez por ciento de los ancianos sufren por ella, una situación bien parecida a la de los países desarrollados.
FACTORES DE RIESGO
La población mundial envejece cada día más y Cuba se inserta dentro de este mismo panorama. Según las estadísticas, más del 14 por ciento de todos los cubanos superan los 60 años, o lo que es lo mismo decir, más de un millón 600 personas viven en edad geriátrica.
Se han invocado factores de riesgo para padecer la demencia, entre ellos, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o infartos cerebrales (ictus).la herencia, infecciones provocadas por virus, enfermedades asociadas (parkison), por medicamentos o tóxicos, pero según los especialistas, la única causa indiscutible es la edad.
En la medida que las personas envejecen tienen mayores posibilidades de padecer esta enfermedad, aunque la doctora María Josefa aclara que, vejez no es sinónimo de demencia, pues la mayoría de los ancianos conservan sus funciones cognitivas en límites normales.
En algunas ocasiones se encuentra esta patología en individuos que tienen entre 40 y 50 años. Nuestra entrevistada asegura que en estos casos está presente la herencia, aún cuando no se haya comprobado la enfermedad en otros familiares. Generalmente se conoce como demencia pre-senil y es más difícil encontrarla que en los ancianos.
El diagnóstico de la demencia es eminentemente clínico, por lo que juegan un papel importante en ello, las informaciones que aportan el paciente y sus familiares. Los exámenes complementarios se realizan para determinar el tipo de demencia que presenta el paciente, dijo la especialista.
CARACTERÍSTICAS MÁS COMUNES
Para cualquier persona que cuide de otra que padezca demencia, la vida se hace muy difícil, sobre todo, porque estos pacientes cambian muchos patrones de conducta, para los cuales se necesita una dosis extrema de comprensión, afectividad y educación. La pérdida de la memoria es el síntoma que nunca falta. Al principio el problema es recordar o aprender cosas nuevas y llega a ser tan intenso que altera sus funciones y habilidades. Trastornos del lenguaje: dificultades para expresar correctamente lo que piensa o para comprender lo que le dicen; a veces, cuando intenta decir una palabra, “no le viene a la cabeza”.
Desorientación y confusión: el individuo no sabe donde está y se pierde, incluso hasta dentro de su propia casa.Dificultad para reconocer objetos y personas: hasta llegan a no reconocer los rostros de sus familiares más allegados o cosas comunes del hogar. Pierden la capacidad para razonar correctamente, tienen juicios ilógicos y desacertados.
Los mayores problemas se crean por trastornos de conducta, que se manifiesta en agitación psicomotora, agresión verbal o física, deambuleo. Pueden estar presentes además, la depresión, la incontinencia urinaria y fecal, trastornos de la alimentación y disfunción familiar.La doctora María Josefa Simón asegura que el tratamiento más eficaz contra este mal es la preparación del cuidador, porque solo la planificación, organización y orientación pueden aliviar la carga que esta enfermedad representa para el paciente y su familia.
Fuente: Habana en línea
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