El pelo cano no sólo aparece por la edad, sino por el estrés, la mala alimentación y hasta por moda. Para cada caso hay soluciones.
Para los antepasados, tener la cabellera blanca era un privilegio, el pelo albo era sinónimo de sabiduría y madurez. Hoy es diferente.
“El día más feo” de tu vida es cuando descubres una cana y mínimo sientes que el mundo se te cae encima, te entra un sentimiento de vejez y pánico a la vez. Pero, no te alarmes, es algo normal.
Las canas son el envejecimiento del cabello, resultado de un proceso de despigmentación; normalmente los cabellos blancos aparecen a partir de las 40 primaveras, pero también pueden salir a muy temprana edad.
Hay factores que dan origen a estos no muy queridos “pelitos blancos”, como una herencia genética, la inadecuada alimentación, la falta de vitaminas y minerales como la vitamina B, el hierro y el yodo, además son síntomas o consecuencias de enfermedades, y lo más común, son el resultado del estrés y del cansancio.
Las canas suelen apoderarse primero del área de las sienes. Luego, de la parte posterior de la cabeza y finalmente se adueñan de toda la cabellera. Este ataque afecta más a las mujeres, ya que un 65 por ciento del género femenino que llega a los 40 es más propensa a sufrir este calvario. Mientras que de los hombres cuarentones, sólo cana la mitad, según estudios en EEUU.
Las odiosas diferencias siguen, pues hay dos tipos de canas. Existen las prematuras que aparecen a jóvenes menores de 20, resultado del estrés, funciones genéticas o enfermedades, y las canas fisiológicas que salen cuando uno se pone madurito.
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Para los antepasados, tener la cabellera blanca era un privilegio, el pelo albo era sinónimo de sabiduría y madurez. Hoy es diferente.
“El día más feo” de tu vida es cuando descubres una cana y mínimo sientes que el mundo se te cae encima, te entra un sentimiento de vejez y pánico a la vez. Pero, no te alarmes, es algo normal.
Las canas son el envejecimiento del cabello, resultado de un proceso de despigmentación; normalmente los cabellos blancos aparecen a partir de las 40 primaveras, pero también pueden salir a muy temprana edad.
Hay factores que dan origen a estos no muy queridos “pelitos blancos”, como una herencia genética, la inadecuada alimentación, la falta de vitaminas y minerales como la vitamina B, el hierro y el yodo, además son síntomas o consecuencias de enfermedades, y lo más común, son el resultado del estrés y del cansancio.
Las canas suelen apoderarse primero del área de las sienes. Luego, de la parte posterior de la cabeza y finalmente se adueñan de toda la cabellera. Este ataque afecta más a las mujeres, ya que un 65 por ciento del género femenino que llega a los 40 es más propensa a sufrir este calvario. Mientras que de los hombres cuarentones, sólo cana la mitad, según estudios en EEUU.
Las odiosas diferencias siguen, pues hay dos tipos de canas. Existen las prematuras que aparecen a jóvenes menores de 20, resultado del estrés, funciones genéticas o enfermedades, y las canas fisiológicas que salen cuando uno se pone madurito.
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