El proceso judicial sobre la extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, acabó el jueves. El juez Howard Riddle decidió extraditar al australiano a Suecia, ya que las acusaciones que enfrenta Assange corresponden con la dicha medida y la demanda sueca fue presentada propiamente. Sin embargo, los expertos afirman que la parte afectada presentará una apelación. Para eso dispone de una semana.
Las autoridades suecas que exigieron la extradición acusaban a Assange de supuesta agresión sexual contra dos mujeres de su país. El australiano niega su responsabilidad y conecta la acusación con la presión política que ejerce EE. UU., que trata de castigarle por las filtraciones publicadas en el sitio. Según la defensa, le quieren extraditar a Suecia, ya que desde este país será más fácil luego trasladarlo a EE. UU., donde luego puede ser juzgado de una manera mucho más dura.
La historia empezó con un viaje que Assange realizó como periodista a Estocolmo en agosto pasado, para dar un seminario sobre el rol de la prensa en los conflictos. Era precisamente un momento de gran curiosidad hacia su persona, tras la reciente publicación de los documentos sobre EE. UU. y la guerra de Irak. Entonces, según diferentes medios, una de las mujeres que estaban presentes en la conferencia le ofreció alojase en su casa.
Existen numerosos rumores sobre lo que pasó exactamente en la alcoba, pero en pocos días, dos mujeres suecas acudieron a una comisaría e hicieron la denuncia contra Assange por delitos sexuales: "en ambos casos el sexo fue consensuado en un principio, pero luego se convirtió en un abuso", explicó Ardin, una de las supuestas víctimas.
Así, la Justicia de Suecia, donde se habría producido el abuso, se puso detrás del australiano y emitió una orden de captura internacional exigiendo su entrega, en conformidad con una orden de arresto europea creada en 2004, con el objetivo de acelerar las extradiciones entre los países miembros de la Unión Europea.
El acusado negó los cargos y dijo que se trató de sexo consensuado y que las mujeres intentaban de este modo sacar dinero de los medios. Los defensores de Assange aseguran que fueron eliminados los mensajes de correo electrónico que pudieran probar que las dos ‘víctimas’, al principio, no se oponían a mantener dichos contactos íntimos.
La decisión del tribunal británico sobre la posible extradición del fundador de WikiLeaks debió posponerse varias veces. Aunque el australiano se había presentado en tres ocasiones ante la corte, esto no resultó suficiente para que el juez pronunciara la sentencia definitiva sobre el caso.
Presión internauta
Mientras tanto, algunos de los documentos de WikiLeaks confirman las relaciones estrechas entre los servicios de inteligencia de Suecia y EE. UU. Según las publicaciones del portal, los norteamericanos presionaron a Suecia con el fin de alcanzar la aprobación de la ley sobre el control de todo el tráfico de Internet en el país, que entró en vigor en el año 2008; y es lógico, que EE. UU. tuviera su propio interés en obtener algunos de los datos.
Los cables del Departamento de Estado estadounidense revelan, que hasta tuvo lugar una reunión, donde los representantes de Suecia y EE. UU. discutieron, qué información querían obtener los norteamericanos con el apoyo de dicha ley.
Y entre esta posible información están no solo las acciones de los residentes, sino, por ejemplo, muchos datos que pasan por Rusia. Según fuentes oficiales, el 80 % de todas las operaciones de Internet en Rusia viajan a través de Suecia.
"Algo que mencionó un miembro del gobierno es que la ley no tiene ninguna intención de espiar a los suecos. Es simplemente para controlar, entre otras cosas, el tráfico de Internet en Rusia", aseguró el vicepresidente del partido Pirata de Suecia, Christian Engstrom.
Los cables filtrados también sugieren que el gobierno sueco estaba operando en secreto con EE. UU. para evitar que sus ciudadanos pudieran conocer qué, además de lo conocido, había detrás de la ley.
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