Nueva Zelanda intenta recuperar su pulso habitual a pesar del desolador panorama dejado por el terremoto del pasado martes.
Las autoridades han pedido a los familiares de los desaparecidos que se preparen para lo peor, ya que las esperanzas de encontrar más supervivientes se desvanecen.
Al menos 113 personas han perdido la vida y otras 2.500 han resultado heridas, muchas de ellas de gravedad.
En la ciudad de Christchurch, epicentro del terremoto, las autoridades se afanan por recobrar la normalidad.
Ya se ha restablecido la electricidad, aunque sigue habiendo problemas con el suministro de agua potable.
Los ciudadanos intentan también retomar sus vidas.
La pareja formada por Christ Greenslade y Emma Howard ha decidido seguir adelante con sus planes de boda. Una celebración doble ya que la novia logró ser rescatada tras permanecer seis horas atrapada bajo los escombros.
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