Irlanda se ha despertado este viernes dispuesta a imponer en las urnas un castigo histórico al Fianna Fáil. La crisis financiera y sus devastadoras consecuencias sobre la población han puesto en el ojo del huracán al partido más votado en las últimas ocho décadas. El relevo lo tomará el Fine Gael, una formación de centro derecha que aspira a lograr una inédita mayoría absoluta.
- “Nadie tiene dinero”, se quejaba una mujer en la víspera electoral. “Trabajas, trabajas y trabajas y al final del día lo que tienes sólo sirve para pagar lo que los políticos y los bancos han gastado”.
Muchos analistas esperan que el Fine Gael forme una coalición con los laboristas para asegurar la estabilidad del país y poder cumplir sin sobresaltos las severas condiciones del rescate financiero internacional.
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