En el festival Loy Krathong, los habitantes de la capital tailandesa entregan al río sus ofrendas de flores y luz. A cambio, este se lleva sus problemas y ahuyenta las desgracias. Ahora, los cestillos florales se confeccionan con menos poliestireno y además, el servicio de limpieza municipal organiza la repesca de los residuos que flotan en el agua.
DW
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